A través de complejos modelos teórico-computacionales, cosmólogos de la Universidad de Valencia han demostrado que los vacíos cósmicos del universo se llenan constantemente de materia de su exterior.
«Este resultado, totalmente inesperado, puede tener implicaciones trascendentales, no solo en nuestro entendimiento sobre la estructura a gran escala del universo, sino también en los escenarios de formación y evolución de las galaxias», ha explicado en un comunicado Vicente Quilis, director del Departamento de Astronomía y Astrofísica de la Universitat de Valencia e investigador principal del proyecto.
Esta investigación sobre la entrada de materia a los vacíos cósmicos ha sido publicada en The Astrophysical Journal Letters.
«Los vacíos cósmicos son las mayores estructuras que existen en el cosmos, y el conocimiento de su formación y evolución son cruciales para entender la estructura del universo», comenta Susana Planelles, codirectora de la investigación.
Precisamente para ser enormes volúmenes con un bajísimo contenido material, su estudio como escenario físico siempre ha sido tremendamente complejo. Desde el punto de vista observacional, el análisis de los pocos objetos existentes en sus interiores es muy dificultoso y la modelización teórica de estos escenarios no es menos compleja, por lo cual se utilizan descripciones muy simplificadas de estas estructuras.
El paradigma comúnmente aceptado entre la comunidad científica entendía los vacíos cósmicos como regiones fósiles procedentes de la evolución suave y pausada de las regiones menos densas generadas en las fases primordiales del universo.
«De este modo, los vacíos se expandirían aumentando su volumen y perdiendo su materia, la cual escaparía a través de sus fronteras. En este escenario, el Universo estaría formado por grandes burbujas prácticamente sin contenido (los vacíos) que al expandirse irían empujando la materia entre ellos, lo cual daría lugar a los filamentos y cúmulos de galaxias», explica David Vallés, primer autor de la publicación.
Sin embargo, esta idea firmemente establecida ha sido puesta en entredicho por el trabajo llevado a cabo por los científicos de la Universitat de Valencia. Sus complejas simulaciones cosmológicas necesarias se realizaron en el superordenador de la Universidad de Valencia Lluís Vives.