Zapatero se siente en «deuda» por no lograr una estabilidad tras la sentencia del Estatut de Cataluña

El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha asegurado este jueves que se pregunta qué pudo haber ofrecido tras la sentencia del Estatut del Tribunal Constitucional (TC): «Me siento con una deuda, de haber tenido otro desempeño en lo que fue mi afán por la tarea de lograr en Cataluña una estabilidad» tras la sentencia.

«Me quedo con la amargura, después de la historia del Estatut de Cataluña, de poder haber contribuido a un escenario de estabilidad», ha explicado en el Ateneu Barcelonès durante la presentación de su libro ‘No voy a traicionar a Borges’ (Huso Editorial).

Ha dicho que no tuvo capacidad de reacción ante la sentencia y ha recordado que era un momento de crisis económica: «¿Qué podría haber lanzado, qué podría haber puesto sobre la mesa para que no se alcanzara toda ese espiral que nos lanzó a 2017?».

El expresidente socialista ha recordado que poco después pasó a ser presidente Mariano Rajoy (PP), sobre cuya «capacidad de reacción» ha ironizado.

Preguntado por la detención y posterior puesta en libertad del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont en Cerdeña (Italia), ha respondido que existe una división de poderes «inequívoca», que provoca que nadie pueda anticipar lo que ocurrirá.

«TRISTE DESTINO»

Preguntado por qué lecturas recomendaría a los integrantes de la mesa de diálogo entre el Gobierno y la Generalitat, se ha decantado por ‘No cosas’, de Byung-Chul Han, que compró este miércoles y que ya casi ha terminado: «Es imprescindible recuperar la experiencia de la relación directa, personal, el contacto, las miradas. No sé si nos faltó en el escenario de diálogo, pero hay que recuperarlo».

«No puede ser que nos resignemos a tan triste destino de una confrontación infinita. Es un triste destino, aunque hubiera un ganador o un perdedor. Hagamos caso a Borges: no queramos ganar o perder», porque lo mejor de uno mismo no aflora cuando se vence, sino cuando se produce un reencuentro, según ha explicado.

Ha pedido ensanchar la mirada, ha asegurado que la cultura podría contribuir al proceso de diálogo –pasando de una mesa de diálogo política a una mesa de diálogo cultural–, y ha reivindicado que el diálogo no debe ser un camino, sino un fin en sí mismo: «Hay que autodeterminarse en favor del diálogo».

Considera que «más allá de la mesa de diálogo hay que hacer una gran conversación social» –ha asegurado su disposición a mantener un diálogo sobre cultura e historia sobre Cataluña, el resto de España y el resto de Europa–, y ha añadido que los mejores momentos pacíficos de la historia han provenido de un diálogo generoso, algo que en la historia de España ha sido difícil, según él.

También se ha referido a los 10 años del anuncio del fin de ETA: en declaraciones a los medios antes de la presentación, ha subrayado que «la democracia no ha olvidado la memoria de las víctimas», y ha defendido poner en valor los 10 años de paz, y no las décadas de violencia de ETA.

CONTRA LA PROSTITUCIÓN

Preguntado en la presentación por cómo evalúa su propia Presidencia y qué le quedó pendiente, ha apuntado a la abolición de la prostitución: «Otras cosas las hice. Esto lo pensaba. Siempre me ha horrorizado», y ha dicho que es el oficio más viejo del mundo porque lo más viejo del mundo es la discriminación a las mujeres.

Considera que otro gran tema pendiente es que el catalán se sienta como propio en toda España: «Que sintamos con un poema en catalán lo mismo que yo siento cuando leo un poema de Borges», y ha defendido que la identidad es la lengua.

«PLACER» DE BORGES

Ha explicado que, con su libro sobre Jorge Luis Borges ha buscado «que toda la felicidad, el placer, la emoción, la conmoción de leer a Borges durante tantos años» contagie a otros lectores, y ha bromeado con que no descarta publicar algún otro libro.

Zapatero ha asegurado que tiene nostalgia de la política pero no del poder y que se siente privilegiado, durante un acto presentado por la presidenta del Ateneu Barcelonès, Isona Passola, y conducido por la periodista Lola García, que ha abierto la actriz Francesca Piñón con una lectura de fragmentos de ‘El Aleph’ de Borges.