La sinusitis por lo general normalmente se presenta luego de padecer una gripe, y si esta se descuida, puede dar origen a pequeñas complicaciones, entre ellas la presencia de la sinusitis bacteriana, sigue leyendo para que conozcas más sobre ella, cuáles son sus síntomas y de cómo tratarla.
¿Qué es la sinusitis bacteriana?
La sinusitis bacteriana es la inflamación de los senos nasales generada por las bacterias, causando un exceso de secreción nasal y coriza con mayor frecuencia. Por lo general esto se debe a la presencia de gripes, resfriados o crisis alérgicas que dejan la mucosa nasal muy sensible a la entrada y proliferación de las bacterias como consecuencia.
¿Cuáles son los tipos de sinusitis bacteriana?
Como bien sabemos la infección de los senos paranasales es de origen bacteriano, en los cuales los síntomas pueden llegar a durar menos de 30 días. Ya que de acuerdo al diagnóstico clínico del paciente y posterior aplicación de la medicación debería resolverse la sinusitis bacteriana en ese tiempo, en caso contrario pudiese referirse a los distintos tipos que son los siguientes:
- Sinusitis bacteriana aguda: es aquella en donde los síntomas del paciente aun con medicación se resuelven en menos de 30 días.
- Sinusitis bacteriana subaguda: es aquella donde los síntomas duran más de 30 días, pero antes de los 90 días se resuelven por completo.
- Sinusitis crónica: es aquella en que los síntomas duran más de 90 días.
- Sinusitis bacteriana recurrente: es aquella en donde hay episodios reincidentes de la infección bacteriana, y cuyos síntomas duran menos de 30 días, por cada episodio y con intervalos sin síntomas de10 días, entre cada uno
¿Cuáles son los síntomas de la sinusitis bacteriana?
Los síntomas de la sinusitis bacteriana persisten por más de 10 días, y son los siguientes:
- Dolor de cabeza.
- Dolor de huesos de la cara.
- Fiebre.
- Coriza frecuente.
- Estornudos constantes.
- Tos seca constante.
- Ojos llorosos y enrojecidos.
- Picazón en los ojos.
- Dificultad para respirar.
- Congestión nasal.
- Mareo.
- Dolor del maxilar superior.
- Cansancio.
- Rinitis.
- Mal olor en la nariz y mal aliento.
¿Cómo se diagnostica la sinusitis bacteriana?
Como bien se sabe la sinusitis bacteriana sucede debido a la proliferación de bacterias en los senos nasales, esto da origen a que se produzcan las secreciones y, por consiguiente que se inflamen las fosas nasales. Por ello para diagnosticar la misma se puede hacer por medio de un examen de imagen, una TAC o tomografía computarizada y un examen microbiológico.
Con la TAC se detecta la inflamación de los senos nasales, mientras que el segundo examen consiste en obtener una muestra de secreción nasal, y así identificar la bacteria causante de la afección.
¿Cuál es el tratamiento de la sinusitis bacteriana?
Para tratar la sinusitis bacteriana se realiza mediante la utilización de antibióticos seccionados de acuerdo a la bacteria identificada en el examen microbiológico, aunque fue muy empleada la penicilina años atrás. Estos se utilizan para disminuir la inflamación existente en las fosas nasales, sin embargo, hay bacterias que resultan ser muy resistentes a la medicación y por lo tanto, hacen difícil la eficacia del tratamiento.
Es muy importante que los antibióticos a tomar sean de acuerdo a la prescripción del médico, porque aun cuando los síntomas disminuyan, si se interrumpe el mismo se corre el riesgo de que se renueve la sinusitis bacteriana. Y todo ello debido a que a la mala administración de la medicación la bacteria que origina la inflamación se vuelva resistente al remedio aplicado.
También se hace uso de descongestionantes nasales, así como de suero fisiológico, que son muy útiles para el lavado de las narinas, mientras se sufre de sinusitis bacteriana. De igual manera, se pueden realizar inhalaciones de vapor de agua, ya que es estas ayudan a descongestionar y disminuir las secreciones que se forman en la mucosa nasal.
¿Por qué aparece una sinusitis bacteriana?
La sinusitis bacteriana aparece generalmente tras sufrir una infección viral, bien sea un resfriado o una gripe, en los cuales la nariz se tapa y ocasiona dolor y presión en la zona que la rodea. Esta, como ya sabemos, se puede tratar con antiinflamatorios, descongestivos y antibióticos según lo recete el médico, lo cierto es que la mayoría de los casos se solucionan en 2 semanas y no causan más síntomas.
¿Cuáles son los riesgos posibles de sufrir de una sinusitis bacteriana?
La sinusitis bacteriana puede aparecer levemente más en las mujeres, que en los hombres, esta bacteria puede vivir en la nariz, la garganta y por veces en la boca.
Las personas propensas a sufrirla son la que tienden a sufrir de alergias, pólipos nasales o tienen el tabique nasal desviado, lo cual es la pared que separa las cavidades nasales torcida; y todo porque estas situaciones facilitan que las bacterias infecten.
¿Hay remedios caseros para ayudar a tratar la sinusitis bacteriana?
Si, en muchos casos, los remedios caseros suelen ser muy eficientes para ayudar con los síntomas de la sinusitis bacteriana, como te de eucalipto, el uso de cebolla, ajo, piña en los alimentos y preparaciones adecuadas, aceite de orégano, respirar aire húmedo o vapor como la ducha caliente para aliviar los síntomas.
Y adicional a ello, se suelen utilizar medicamentos como ibuprofeno y paracetamol
¿Cómo prevenir la aparición de sinusitis bacteriana?
Hay que tomar medidas para prevenir el contagio de los resfriados o gripe, bien sea en la casa y en el sector donde vives, para así poder ayudar en la presencia de algunos casos de sinusitis bacteriana, recordemos que esta se presenta tras una gripe.
De igual manera se deben realizar consultas regulares al dentista, que también pueden ayudar a prevenir ocasionalmente la sinusitis.
¿Cuál es el pronóstico de mejoría de una persona con sinusitis bacteriana?
La sinusitis bacteriana puede comenzar a mejorar en las siguientes 2 semanas, incluso sin tomar antibióticos; pero si después de 10 o 14 días los síntomas continúan o empeoran, hay que recurrir a la ayuda de antibióticos. Muchos se recuperan rápidamente de la sinusitis, con los cuidados, reposo respectivo y tratamiento bien sea casero o medicado.