Los profesionales de la Optometría y la Óptica Oftálmica, representados a través del Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas, han reivindicado su plena incorporación al Sistema Nacional de Salud (SNS), ya que la Oftalmología es una de las especialidades con más demanda y que más lista de espera acumula.
Según el consejo, esta medida repercutiría «de forma muy positiva» en los servicios que reciben los pacientes, dado que los ópticos-optometristas cuentan con una formación y una capacitación legal que les permite ofrecer una atención precoz y efectiva.
Así, esta incorporación aligeraría las ya saturadas listas de espera, ofreciendo una mejor coordinación en el abordaje de trastornos visuales remitiendo, en caso de observar una sospecha de patología, a consulta médica u oftalmológica.
El consejo general, de entre las diferentes opciones existentes para la incorporación de estos profesionales a la atención primaria (AP), propone dos modelos que se podrían implementar en el sistema sanitario.
Por un lado, la incorporación integral a los servicios públicos, con la creación de Unidades de Optometría enfocadas principalmente a la AP, y de forma multidisciplinar con otros profesionales sanitarios, como médicos de familia y pediatras, entre otros.
Por otro lado, proponen la introducción mediante acuerdos o conciertos específicos de externalización de servicios mediante un modelo de capitación (coste preestablecido por paciente/año) en un establecimiento sanitario de óptica.
En cualquiera de los modelos anteriormente expuestos, según estos expertos, se produciría un ahorro económico significativo para el sistema sanitario, ya que supondría una reducción de costes a corto y largo plazo, siendo esto posible gracias a la liberación de consultas en atención hospitalaria.
Así, la atención directa realizada por ópticos-optometristas evitaría las consultas previas de especialidades como la medicina de familia o la pediatría, que son las que más derivan a las consultas oftalmológicas especializadas, liberando estos recursos para la atención de otros pacientes.
Así, estimando que el precio medio de una consulta especializada se sitúa en torno a los 70 euros, el ahorro para el sistema sanitario público, una vez descontados los gastos de la implantación del modelo, se sitúa entre los 52 y los 58 millones de euros (dependiendo del modelo a implementar).
Desde el Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas invitan a las instituciones sanitarias a «sentarse a negociar». «Ahora, más que nunca, es imprescindible llegar a acuerdos entre los servicios de salud y la Organización Colegial Óptico-Optométrica para la incorporación de los ópticos-optometristas a nuestra atención primaria» apunta el presidente del Consejo General, Juan Carlos Martínez.