- Los postres son la tentación de muchos. Y es que… ¿alguien puede resistirse a un dulce?
- De la tarta de manzana de Candela a la de queso de Arzábal. Aquí tienes nuestros favoritos de Madrid.
A nadie le amarga un dulce y pocos son aquellos capaces de resistirse al acabar una comida tomando unos postres. Los hay para todos los gustos: tartas de queso, de manzana, crêpes… Para que no te pierdas ninguno, aquí te presentamos nuestros siete favoritos de Madrid.
La tarta de manzana de Candela Restaurante
Pocos son los que no han oído hablar ya de Candela Restaurante. Este rincón del barrio de Chamartín se ha ganado ya un hueco en el corazón de los madrileños. Mucho tiene que ver su propuesta gastronómica, diseñada por José María Ibáñez, alma de Semon durante 13 años, que ejerce aquí de chef ejecutivo aportando su dilatada experiencia en comedores de la talla de Jockey y Akelarre, su filosofía culinaria de respeto al producto y a la tradición y algunas de sus recetas más emblemáticas. Al frente de sus fogones se encuentra el gallego Pedro González Rial, exjefe de cocina el algunos de los restaurantes del Grupo Oter, mientras que de la partida de dulces y de darle el toque más contemporáneo a la propuesta se ocupa su segundo, Jorge Pérez-Juste, formado en El Celler de Can Roca. Precisamente aquí brilla uno de sus postres: la tarta fina de manzana con helado de macadamia. ¡Deliciosa!
La tarta de queso del Jardín de Arzábal
La cocina tradicional y de la memoria puede disfrutarse en este entorno artístico e internacional, donde diferentes espacios, interiores y jardines, conviven para ofrecer una experiencia única. Esta nave nodriza del Grupo Arzábal está dividida en un interior compuesta por una amplia zona de barra (insignia instaurada por el grupo), un salón interior y un reservado, y una zona exterior con terraza abierta para disfrutar al aire libre y cenador/invernadero cerrado que emula un jardín atemporal en el que disfrutar de cenas, copas, cocteles y otras actividades. Un lugar ideal para degustar la auténtica cocina arzabalera de producto y mercado. En su carta de postres destaca la cremosa tarta de queso, un manjar para los más golosos que pondrá el broche de oro a la comida y que también se puede degustar en Arzábal Retiro.
El Baumkuchen de Horcher
Es uno de los postres por excelencia de Horcher. Su nombre se debe a que su corte simula los años de un árbol y Horcher es el único sitio de España en el que se puede tomar este postre de la cocina tradicional alemana. Además, ahora también se puede pedir a través de su servicio de delivery ‘Horcher en casa’. Se trata del Baumkuchen, el pastel tradicional del suroeste de Alemania que se ha convertido en todo un símbolo para el restaurante de la calle Alfonso XII. Este pastel de masa esponjosa se caracteriza, además de por su corte, por su forma cilíndrica hueca por el centro.
Está elaborado con 75 huevos en un horno alto especial para esta receta. El proceso de elaboración comienza marcando seis puntos en la barra del horno, cada uno correspondiente a las seis ruedas que conforman el Baumkuchen. Luego se tuesta y, una vez pasado un minuto, se abre la puerta del horno, se saca la barra cuidadosamente y se añade masa en los puntos definidos. Este proceso de tostar la masa y sacar la elaboración para añadir más pasta se realiza repetidas veces. Finalmente, pasadas unas dos horas y cuarto aproximadamente, obtenemos un Baumkuchen de un metro de alto, seis ruedas y un peso de aproximadamente dos kilos y medio.
Mi Viaje a Marruecos de Martinica
Descubrir un destino diferente es lo que buscan en Martinica con su propuesta gastronómica. Su cocina está basada en la cocina mediterránea con mucha presencia de producto nacional, fresco y de mercado que conviven con técnicas e influencias de países como Japón, México, Marruecos o la Cerdeña que vio nacer a su chef. El personal estilo de Martinica tiene nombre propio: el del chef italiano Marcello Salaris que entiende la gastronomía como una vía para revivir sentimientos. Así, la carta del restaurante es un viaje a través de recetas de los cinco continentes, un festiva de texturas, colores y sabores que se combinan en sutiles sinfonías para el paladar que no tardará en querer repetir.
En la parte de los postres sorprende Mi viaje a Marruecos, una propuesta llamativa que mezcla varios sabores como son el de la frambuesa, el pistacho o el curry en forma de polvo y presentado en un tradicional tajine, con lo que evoca directamente a un paseo por la medina de cualquier ciudad marroquí.
La tarta de queso de BiBo
BIBO es la democratización de la alta gastronomía llevada a cabo por el chef con tres estrellas Michelin Dani García. Para finalizar la experiencia en su brasserie andaluza, nada como disfrutar de los guiños viajeros que caracterizan su cocina a través de su cheesecake elaborada con queso payoyo, que se sirve al estilo americano con una receta tradicional y jugosa que se cubre de mermelada casera de frambuesa y helado. Sabor y frescura a partes iguales para disfrutar en sus sedes de Madrid, Marbella, Tarifa e Ibiza.
La torrija del Café Comercial
El Café Comercial se ha convertido en un imprescindible en la vida cultural y social madrileña desde hace más de 130 años. El chef Pepe Roch se encarga de la propuesta gastronómica de su restaurante, donde disfrutar de su cocina honesta con toques contemporáneos y un especial protagonismo del producto de Madrid. Sin duda, el lugar perfecto para disfrutar uno de sus postres clásicos: las torrijas. Así, el chef ofrece unas torrijas caramelizadas sobre arroz con leche y acompañadas de helado de violeta y barquillo, auténtico sabor a tradición renovada con toque castizo.
Crêpes de dulce de leche de Café Murillo
Murillo Café continúa consolidado como uno de los restaurantes más emblemáticos del Triángulo del Arte de Madrid. Este bistró mediterráneo, nacido hace casi un lustro, basa las claves de su éxito en su propuesta gastronómica variada, divertida e innovadora, en su servicio cercano y en su privilegiada ubicación.
La carta de Murillo Café pone sobre la mesa los mejores sabores de la dieta mediterránea con ligeros toques de la gastronomía de Latinoamérica. Entre las propuestas de postres encontramos las crêpes de dulce de leche con helado de vainilla. Murillo Café lleva siendo un referente del barrio de Jerónimos-Retiro desde comienzos del siglo XX. Esto lo consigue por la variedad y singularidad de sus platos y por estar rodeado de los principales museos y edificios dedicados a la cultura y al arte de Madrid