Realmente todo comenzó de maravilla para un Real Madrid certero de cara al gol e impulsado por la inteligencia de un Carlo Ancelotti que regresó con todo a esta segunda etapa al mando del club merengue. Sin embargo, todo ese aire de superioridad que expresó en las primeras jornadas parece que se está cayendo poco a poco, como el maquillaje de una dama tras una larga fiesta; porque en realidad el equipo si había expuesto algunos problemas, pero con goles los estaba ocultando. Ahora que el gol se ha escondido una vez más, los problemas saltan a la vista en una semana para el olvido.
A Ancelotti parece que le ha dado un ataque de entrenador como no se había visto en tanto tiempo; esto debido a que a pesar de su gran inicio tanto en LaLiga Santander como en la Champions League, la inteligencia que había demostrado para paliar los problemas, ahora que estos se multiplican, los fallos solo aumentan. El Real Madrid debe hacer un profundo análisis de una semana terrible de la que que debe sacar las mejores conclusiones para volver del parón con más fuerza que antes.
7Ancelotti y su ataque de entrenador
Si hay algo que esté apesadumbrando al Real Madrid es el ataque de entrenador que le ha dado a Ancelotti, pues si en un principio se pensó que sus cambios eran los adecuados dependiendo del rival y variando con las lesiones del equipos; ahora parece que lanza los dados para alinear a sus jugadores. En defensa tiene a todos confundidos: Nacho ya no sabe donde juega; Lucas Vázquez quiere jugar pero no tiene confianza en ninguna posición, pues el entrenador lo saca y lo pone sin parar; Militao no termina de adaptarse a los movimientos pues siempre cambia su pareja; y Miguel Gutiérrez nunca sabe si lo hace bien o mal, pues tras cada partido que juega al siguiente desaparece.
En el medio es peor, pues Camavinga entró con fuerza al Real Madrid, pero ya a jugado en tantas posiciones que no sabe en cual desempeñarse; y Valverde esta mucho peor, debido a que con tantos cambios lo que ha hecho es cansarse y no se ha asentado como volante por la derecha, su verdadero puesto. En el choque ante el Espanyol los puso a ambos en las bandas y allí se pierden; pero está cometiendo el mismo error de Zidane que ve su equivocación, pero sigue terco y no la acepta solo para no admitir que falló.