Los obispos españoles han sacado a consulta una propuesta de currículo de la clase de Religión en la que plantean que los alumnos se comprometan con la «denuncia» y «erradicación» de la «desigualdad entre varones y mujeres» y aprendan a desarrollar sus «capacidades afectivas».
Así se desprende de la propuesta de los obispos para el nuevo currículo de Religión Católica de las etapas de Infantil, Primaria y Secundaria Obligatoria, publicada este lunes.
Fuentes del Ministerio de Educación han señalado que llevan dos semanas manteniendo «reuniones, conversaciones y cruces de documentos» entre la Conferencia Episcopal Española y el departamento que dirige Pilar Alegría, sobre el currículo de la clase de Religión. Si bien, las mismas fuentes han precisado que la propuesta de los obispos no es vinculante y que lo vinculante será lo que decida el Ministerio.
Por su parte, fuentes de la CEE precisan que la propuesta publicada este lunes es «un borrador del diseño curricular elaborado a partir de la estructura que exige la LOMLOE para todas las asignaturas», y se ha hecho público para que los participantes del mundo educativo puedan realizar «sus aportaciones».
En concreto, en su propuesta para Infantil, los obispos plantean que los alumnos puedan «descubrir, desarrollar y expresar la identidad personal a través del conocimiento de su cuerpo y el desarrollo de sus capacidades afectivas y cualidades, mediante la identificación de modelos de personas significativas y figuras bíblicas, para adquirir autonomía en sus actividades cotidianas y hábitos básicos de relación».
También quieren que los niños y niñas aprendan a «desarrollar habilidades sociales y actitudes de respeto, a través de la escucha y comprensión de narraciones bíblicas» para promover «la fraternidad humana» y fomentar el «diálogo intercultural y el sentido de pertenencia».
CONOCER LAS SITUACIONES DE POBREZA
Por otro lado, para los alumnos de Primaria, los prelados proponen proporcionar a los estudiantes «los criterios para el análisis y denuncia de todas las situaciones de marginación o desigualdad entre varones y mujeres», algo que también se plantea para Secundaria, donde proponen que los jóvenes conozcan «todas las situaciones de exclusión o pobreza, de violencia o injusticia, de desigualdad entre varones y mujeres, para proponer la erradicación de esos problemas».
Además, sugieren que los estudiantes aprendan en la clase de Religión católica a construir «su propia identidad y a respetar la de los otros» y a «cooperar a la construcción de sociedades democráticas».
Igualmente, los obispos proponen inculcar en los alumnos de Religión el «compromiso con los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODS)» y con los derechos humanos, «en relación con el pensamiento social cristiano y su aplicación a situaciones vitales y sociales».
«Las propuestas de la autonomía personal, la dignidad humana con sus derechos y libertades, la convivencia democrática con valores de justicia y solidaridad, la aceptación de la diversidad cultural y religiosa pueden profundizarse y fundamentarse en los valores propios del mensaje cristiano. El proyecto de Dios anunciado en Jesucristo, la fraternidad universal, proporciona un horizonte trascendente que confirma nuestro compromiso con los ODS y los DDHH», subrayan los obispos en el documento.
Asimismo, proponen contribuir en la clase de Religión a que los alumnos exploren y desarrollen la «dimensión espiritual y moral» porque es «un derecho de todos los niños y niñas, como se reconoce en el artículo 27 de la Convención sobre los Derechos del Niño, articulando la responsabilidad primordial de las familias y de los Estados para garantizar un nivel de vida adecuado para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social».
SOSTENIBILIDAD DEL PLANETA Y CONSTRUCCIÓN DE LA PAZ
Por otro lado, plantean hablar en clase de Religión de la sostenibilidad del planeta, de la construcción de la paz, de la superación de la violencia y los fundamentalismos, y de la misericordia y el perdón.
También quieren que los alumnos aprendan a apreciar «la riqueza cultural de la Navidad y Semana Santa y otras celebraciones como expresión de la identidad cultural de la sociedad» y que conozcan «el mensaje de Jesús de Nazaret en favor de la igualdad» y «el reconocimiento del papel de las mujeres en la Biblia».
Finalmente, sugieren que los estudiantes sepan desarrollar «un proyecto personal de vida con sentido que responda a valores de cuidado propio, de los demás y de la naturaleza, respetando los de los otros, tomando como referencia a Jesucristo».
La Conferencia Episcopal Española (CEE) ha informado de que, más adelante, publicarán también la propuesta de currículo de Bachillerato, una vez que el Ministerio de a conocer sus borradores y se haya podido completar su elaboración.
Estos textos quieren ofrecerlos a toda la comunidad educativa –familias, profesorado, entidades titulares, asociaciones, sindicatos– con el objetivo de recibir aportaciones de mejora.