Dentro del mundo del tenis está más que claro que existe una desigualdad en lo que se refiere al como se aprecia cuando juegan los varones y otro cuando lo hacen las mujeres. Ya sea en cuestión de la repartición de los premios, que en ese sentido los cuatro Grand Slams han mejorado y ya pagan lo mismo tanto hombres como mujeres, como también en la cuestión de calidad, pues las televisoras suelen darle mayor importancia a lo que se genera en la rama masculina en lugar de la femenina. Vamos, que cuando se habla de este tipo de cosas es fácil deducir que hay una especie de machismo dentro del tenis.
Por supuesto que hay muchas cosas que mejorar y hay que seguir trabajando duro para reducir la brecha; la cuestión es que también hay algunos ejemplos que dan la razón a los que apoyan la teoría de que el tenis femenino no sigue su gran crecimiento por culpa de cuestiones internas. Ya se sabe que las cosas han mejorado, que el talento de grandes exponentes en el pasado, como Stefi Graf, otras que llevan tiempo en el circuito, un buen ejemplo es Serena Williams, y las nuevas exponentes que va dando el deporte, sin ir más lejos Emma Raducanu que acaba de ganar el US Open; todas han contribuido al crecimiento. No obstante, se echa en falta que haya algunos torneos que se ven el circuito de la ATP verlos en la WTA y eso respondería más a cuestiones internas que a machismo propiamente dicho.
6Algo sucede en el tenis femenino
Por supuesto que ver una Laver Cup Femenina o un torneo de tenis mixto de las mismas características sería un éxito seguro, jornadas como las antes descritas no se la perdería nadie y crearían un gran revuelo en el mundo deportivo; sin embargo, algo extraño pasa del lado femenino, pues que la WTA no se haya propuesto a hacer algo similar a la Laver Cup después de que este ya tenga cuatro ediciones es simplemente para analizar. Por supuesto que surge una vez más el tema del machismo, pero en este caso tal parece que va más allá y tendría que ver problemas internos del mismo circuito.