Después de una semana más de campeonato, Joan Laporta ha comprobado que en realidad Ronald Koeman parece que tenía mucha más razón de la que todos querían admitir. Pese a que está muy mal visto que el entrenador azulgrana siga menospreciando a la plantilla del FC Barcelona y diciendo de forma tajante que «esto es lo que hay», lo que quiere decir que no harán más de lo que se ha visto hasta ahora, pues ya el mandatario culé está viendo que si es cierto. Lo visto ante el Benfica, que lo hizo enfadar mucho, y el Atlético de Madrid, más la conversación que mantuvo con el neerlandés le ha hecho entender que de verdad la situación deportiva es complicada; al punto que un cambio de entrenador puede que no termine resolviendo nada.
Ya sea porque realmente le quiere dar confianza a Koeman, que no tiene dinero para darle el finiquito, porque en el mercado no hay nada disponible que mejore al neerlandés o simplemente debido a que no hay un entrenador que se decida a agarrar el equipo en este delicado momento, Laporta decidió ratificar al entrenador en el cargo. Por supuesto que la exigencia de resultados vino con eso y se espera que de verdad mejore para no tener que despedirlo; pero una cosa es mantener al entrenador y otra muy distinta a jugadores que ya no valen para el Barcelona. En ese apartado uno de los que más destaca es un Philippe Coutinho al que se le busca un nuevo destino desde ya; esto debido a que es uno de los futbolistas que más incomoda al mandatario blaugrana y ya no quiere darle más oportunidades.
3Sus últimas actuaciones habrían hartado a Laporta
Con tantas ausencias en ataque a Koeman no le ha quedado más remedio que contar con Coutinho; además de que no tiene justificación para no colocarlo, pues ya está completamente recuperado de la lesión que lo margino casi toda la temporada pasada. Sin embargo, su blandura y poca jerarquía ante el Benfica, y la tibieza sumada a su gran falló contra el Atlético de Madrid han terminado de hartar a un Laporta que ya le buscó salida en verano; pero al no encontrar a nadie que se hiciera cargo de su ficha ni que apostara plenamente por él, se lo tuvo que quedar, en este invierno espera que cambie la historia y alguien quiera contar con él, porque en el Barça ya no lo harán.