Atrás quedaron esos años en los que cuidábamos de cada una de las fotos que hacíamos con nuestras cámaras para más tarde llevarlas a revelar.
A día de hoy, con nuestros smartphones y su increíble calidad, además del espacio de almacenamiento, hacemos fotos hasta del café de Starbucks que nos vamos a tomar por tercera vez en la semana.