Suaves, delicadas se deshacen en tu boca y saben a gloria; así puede definirse a las yemas de Santa Teresa, este postre nacido entre las paredes de conventos que ha llegado a popularizarse en Ávila y más allá de sus fronteras.
Estos ricos dulces tradicionales constan de tan solo dos ingredientes, por lo que imaginar reemplazar uno de ellos puede resultarte una verdadera locura. Sin embargo, en materia gastronómica se vale todo y así como hoy por hoy se pueden hacer brownies sin harina o una falsa crema catalana, es posible también hacer unas yemas de Santa Teresa sin utilizar huevo… Si te parece interesante y desconcertante, quédate hasta el final y descubre cuál es el secreto.
6Preparación de la calabaza
Tal como sucede con las originales yemas de Santa Teresa, el primer paso es ir preparando las yemas. Con la calabaza harás lo mismo. Comienza por pelar muy bien y retirar las semillas de la calabaza, extrae los hilos y deja sola la pulpa.
Con la calabaza perfectamente limpia, procede a cortarla en láminas muy delgadas y colócalas en un bol apto para microondas y tápalo con un trozo de papel film. Procede a cocinarlas por 10 minutos a 800 W para que se cueza con su propio vapor.