Para nadie es un secreto que Ronald Koeman tiene las horas contadas en el FC Barcelona. Desde hace semanas que Joan Laporta medita cesar al técnico neerlandés dadas las grandes diferencias de opinión que poseen ambos, los malos resultados obtenidos y las constantes declaraciones en contra del sentir del Barça; todo eso lo ha hecho alejarse del banquillo y ahora que ya es insostenible mantenerlo en el puesto, el club tendrá que rascarse los bolsillos, pagarle esa indemnización de 12-13 millones de euros que quería ahorrarse y buscar un sustituto. Sin embargo, allí radica el problema y la razón central de que todavía no hayan despedido al actual estratega blaugrana.
Aunque ya nadie quiere ver a Koeman sentado ni un minuto más en el banquillo azulgrana, la realidad es que sin tener un sustituto confirmado Laporta no quiere arriesgarse a quedarse sin entrenador. Por mucho que le pese la idea de que el neerlandés esté ante el Atlético de Madrid, el mandatario culé ha tenido que mantener sus pensamientos fríos para no dejarse llevar por el impulso y despedir a Koeman tras el 3-0 que les endoso el Benfica; todo esto porque el parón FIFA abre una ventana de tiempo en el que podrán alcanzar un acuerdo con el nuevo técnico y finiquitar todo el asunto del pago al neerlandés. Ahora bien, un sinfín de rumores se han abierto, pero Laporta tiene claro quien es el candidato que él quiere para el puesto, nada más y nada menos que Andrea Pirlo.
7Laporta está dispuesto a correr el riesgo
De verdad son muchos aspectos que parecen no recomendar su fichaje; pero el caso es que Laporta quiere arriesgarse. En su mente está la idea de que si consigue implantar sus ideas, Pirlo puede llegar a ser un buen entrenador. Con tiempo y confianza, cosas que no tuvo en la Juventus, lo podrá lograr y ambas él se las dará en el Barcelona. Su intuición no le falló con Rijkaard y con Guardiola; por eso piensa que en esta ocasión tampoco se equivocará.