En 2019 se llevaron a cabo 148.358 tratamientos de fecundación ‘in vitro’ y 32.548 de inseminación artificial, según los datos estadísticos del Registro Nacional de Actividad 2019-Registro SEF, que proceden de 311 centros que realizan tratamientos de fertilidad en España, y que fueron presentados este martes por la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) y el Ministerio de Sanidad, en el XIII Workshop Registro Nacional de Actividad de la SEF.
El total, se realizaron 180.906 tratamientos de reproducción asistida, lo que supone un 1,3% menos respecto a 2018. «Hemos visto por primera vez desde que tenemos un registro universal de reproducción asistida, cómo los tratamientos de FIV y de Inseminación Artificial han disminuido. Aunque estamos ante un descenso mínimo, sí que se puede observar un freno que, sin embargo, no ha repercutido en el número de nacimientos», señala el doctor Fernando Prados, embriólogo de la SEF y coordinador del informe.
«Esto lo interpretamos como una mejora en la calidad de las técnicas y los resultados pues en 2019 nacieron un total de 37.428 bebés, un 1% más que en 2018. Menos tratamientos y más nacimientos. Del total de nacimientos estimamos que 33.500 son bebés nacidos en España y constituyen el 9,5% de los nacimientos totales del período comprendido entre el último trimestre de 2019 y los tres primeros de 2020, de acuerdo con los datos publicados por el INE. Esta es también la cifra de natalidad más alta relativa a la Reproducción Asistida en España, hasta la fecha», ha añadido.
Cada año la transferencia de un único embrión ha ido ganando terreno a la estrategia de transferir dos embriones. En 2019 se ha observado un descenso del 11% en la gemelaridad, manteniendo a España por debajo de la media europea de partos múltiples.
Según el informe estadístico, el 80% de los embriones fueron transferidos en estado de blastocisto. Esta tendencia, junto a la de hacerlo en diferido, preparando al útero para la recepción de un embrión criopreservado, podría estar en la raíz de la mejora en la tasa de éxito reproductivo.
«Son muchos los estudios compartidos por grupos de investigación que advierten sobre la importancia de preparar correctamente el endometrio uterino antes de la transferencia; una ventaja que puede compensar el tener que someter a los embriones a un proceso de criopreservación. Los resultados que tenemos del registro de 2019 avalan la confianza generalizada en esta práctica, indicando que más del 60% de todas las transferencias embrionarias en ese año se realizó tras una descongelación de embriones», explica Prados.
El PGT, como en los años anteriores, sigue siendo una técnica en aumento. En concreto se han incrementado en un 13% los ciclos iniciados para el diagnóstico genético del embrión previamente a la transferencia (14.189 ciclos).