Cuando se escucha hablar del termino síndrome de Asperger, las personas asumen que es un gran problemas y que no se puede salir adelante con él. Pero en realidad no es así, por ello te invitamos a continuación que sigas leyendo para que logres conocer sobre el tema e identifique como lograr entender a las personas que lo sufren.
¿Qué es el Síndrome de Asperger?
El síndrome de Asperger es un trastorno del desarrollo asociado a una alteración neurobiológica, en el que se manifiestan una serie de características mentales y de conducta. Su nombre es en memoria de Hans Asperger, médico psiquiatra y pediatra austríaco que lo describió en el año 1943.
¿Cuál es la historia del síndrome de Asperger?
Lorna Wing por primera vez menciono el síndrome de Asperger, en el año de 1981, en una revista de psiquiatría y psicología, llamándolo así reconociendo el trabajo de Hans Asperger del año 1943. Este uso la expresión psicopatía autista, pero los trabajos de este médico con respecto al trastorno no se difundieron, debido a la guerra mundial e incluso se extraviaron tras un incendio de su clínica.
La comunidad psiquiátrica prácticamente ignoró los estudios del mismo hasta que Lorna Wing los retomó, y fue reconocido internacional el síndrome de Asperger como una entidad clínica a partir de 1990. Y de allí se incluyó al Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (199V edición), luego de 50 años.
¿Cuáles son los síntomas del síndrome de Asperger?
El síndrome de Asperger en su desarrollo se caracteriza por un conjunto de síntomas relacionados, y se manifiesta de manera diferente en los afectados, pero todos tienen en común las dificultades para la interacción social. A continuación una serie de características propias que afectan a los que la sufren:
- En el aspecto de la Interacción social y afectividad:
- No saber demostrar el interés por una persona.
- Relaciones sociales muy limitadas o torpe con sus compañeros.
- Ingenuidad, testarudez y credulidad.
- Intereses restringidos y repetitivos:
- Intereses e inquietudes obsesivos pero en soledad.
- Llevan una rutina caracterizada por ser rigurosa y sistemática.
- Lenguaje y discurso:
- Lenguaje formal, pomposo o pedante.
- Problemas de comunicación con los demás.
- Poca preocupación por la respuesta de otras personas.
- Falta de comunicación no verbal, evita mirar a los ojos del de quien le habla.
- Tono de voz extraña, monótona o de volumen muy fuerte.
- Falta de conocimiento de los límites y normas sociales.
- Actos ritualizados:
- Rutinas que no cambian ni un poco, ya que esto el genera ansiedad.
- Desarrollo motor:
- Un retraso en el mismo y torpeza en la coordinación motriz.
¿Síndrome de Asperger y genialidad relacionados?
La relación entre el síndrome de Asperger y la genialidad ha ocupado al psiquiatra infantil irlandés Michael Fitzgerald, quien se ha dedicado a estudiarla, basándose en la vida de personalidades famosas.
Para el psiquiatra, las características del síndrome logran favorecer la creatividad, la capacidad de concentrarse en un objeto y soportar el esfuerzo de un trabajo interminable.
Otros investigadores han realizado también intentos de diagnóstico con personalidades como: Isaac Newton, Albert Einstein, Alan Turing o Mozart, pero otros no lo creen posible como Fred Volkmar del Yale Child Study Center, ya que para él, las habilidades especiales del síndrome de Asperger se presentan en áreas muy restringidas.
¿Los que sufren síndrome de Asperger presentan problemas de aprendizaje y concentración?
Hay niños con síndrome de Asperger que se desconcentran en las actividades que no escogen voluntariamente, por ello puede existir dificultades de aprendizaje. Esto representa que los afectados no están en absoluto dispuestos a dirigir su atención hacia aquello que los demás exigen de ellos.
Los que sufren de síndrome de Asperger poseen la capacidad de distinguir entre lo relevante y lo irrelevante, ellos si son capaces de prestar atención, sin embargo, lo hacen solo cuando se trata de algo, que les interese, por eso la educación es un ámbito de especial discriminación para las personas con éste síndrome.
¿Cómo se diagnóstica el síndrome de Asperger?
Se diagnostica generalmente a edades tempranas (4 a 12) , mediante una evaluación que incluye la evaluación neurológica y genética, así como pruebas para la cognición, la función psicomotriz, las fortalezas y debilidades verbales y no verbales, el estilo de aprendizaje y las habilidades para la vida independiente, todo ello para no diagnosticar erróneamente.
¿Cuál es el tratamiento del síndrome de Asperger?
El síndrome de Asperger no tiene tratamiento, solo se cuenta con terapia psicológica para entrenar habilidades sociales y así se aprenda a manejar la ansiedad. Estas terapias se diseñan en base a características específicas del paciente y pueden abarcar distintos aspectos, pero un programa habitual suele contar con;
- Entrenamiento en habilidades sociales (interacciones sociales).
- Terapia cognitivo-conductual para mejorar así como canalizar el manejo del estrés, la ansiedad, las emociones incontroladas, los intereses obsesivos y las rutinas repetitivas.
- Terapia farmacológica de presentarse algún síntoma de depresión.
- Terapia ocupacional o física para un déficits en la integración sensorial y en la coordinación motriz.
- Intervenciones relacionadas con la comunicación social.
- Entrenamiento y apoyo familiar.
¿Cómo los maestros detectan el síndrome de Asperger en los escolares?
Para que los maestros puedan detectar el síndrome de Asperger deben prestar especial atención a:
- Dificultad para afrontar situaciones sociales.
- Ser testarudos en el control motor (escritura), de emociones y empatía.
- Conocimiento en áreas concretas y problemas con el resto.
- Rechazan la interacción social y la falta de percepción del lenguaje no verbal.
- Presentan ansiedad al cambiarles las rutinas.
¿Cómo debe ser la evaluación educativa en niños con síndrome de Asperger?
Para evaluar a un niño con síndrome de Asperger se debe considerar lo siguiente:
- No compararlo con los compañeros.
- Evaluación continua y positiva.
- Dedicar tiempo para determinar el ritmo del alumno e interactuar con él.
- Evaluar su desarrollo próximo.
- Usar la creatividad y la comunicación no verbal.
- Actividades visuales en lugar de auditivas, con pocas instrucciones.
- Tareas estructuradas con un tiempo establecido.
- Estimular la relación con los compañeros, actividades conjuntas, que fomenten el contacto.