Esta muy conocida enfermedad, que también se reconoce por el nombre polio, es una enfermedad viral e infecciosa que hasta la fecha de hoy no posee una cura. La poliomielitis afecta todo el sistema nervioso del cuerpo humano. La mayor incidencia que se ve de esta enfermedad sucede en los menores de 5 años de edad.
Según Juan María Herrero Martínez, que trabaja en el Hospital Universitario La Paz en la ciudad de Madrid y forma parte del grupo de trabajo en enfermedades infecciosas de la Sociedad Española de Medicina Interna:
“La poliomielitis es una enfermedad infecciosa y muy viral, la cual puede llegar a contagiarse con gran facilidad, una pequeña minoría de personas podría sufrir de una afectación un poco más grave de la poliomielitis, lo que podría llegar a causarles lesiones neurológicas, las cuales son parálisis, dificultad para respirar, dificultad para tragar e incluso la muerte”.
Esta enfermedad es producida por el poliovirus, el cual es un enterovirus que posee neurotropismo, que se encarga de afectar directamente a las motoneuronas que se encuentran en la médula espinal y el tronco del encéfalo de una persona, según dicen los expertos.
Causas de la poliomielitis
Este virus se puede transmitir a través de la vía oral, pero también se encuentran en alimentos y bebidas que se hayan visto expuestas a alguien que poseía el virus, por lo tanto, quedaron contaminadas a través del contacto que hicieron con la saliva o heces de una persona infectada con poliomielitis.
Según Javier Perez Castells, quien es un catedrático en Química Orgánica en la Universidad CEU San Pablo, ubicada en la ciudad de Madrid, “El virus de la polio se encarga de penetrar en el tejido linfoide que está en la orofaringe y también en el tubo digestivo, produciendo de esta manera un período de viremía y posterior a eso una diseminación”.
“Esta enfermedad se llega a producir cuando la infección no se controla por el sistema inmune, entonces en un pequeño porcentaje de pacientes, el virus alcanza a llegar a el sistema nervioso central, de este modo comienza a dañar las neuronas motoras, principalmente suele ser siempre en la médula espinal y el encéfalo”.
Síntomas de la poliomielitis
Casi siempre en la gran mayoría de las personas que padecen de poliomielitis, la infección pasa desapercibida en un principio, por lo tanto, termina permaneciendo en más del 90% de los casos asintomáticos. Según Herrero Martínez:
“Un 5% de los pacientes con polio tendrá un cuadro leve de una enfermedad conocida como polio abortiva, luego de un período de incubación que consta de 4 a 10 días, se pueden llegar a sufrir de síntomas inespecíficos que son comunes en otros procesos virales, como la fiebre, dolor de cabeza, dolor de garganta, náuseas, vómitos, malestar general y cansancio”.
Herrero también nos comenta que “Este cuadro leve irá progresando con los días, no necesariamente muchos, en algunos momentos quizás puedas notar una aparente mejoría, pero siempre será momentáneo, en un cuadro de meningitis se ve dolor de cabeza, dolor, rigidez cervical y vómitos, y en el caso de la poliomielitis también”.
En menos de un 1% luego de que han transcurrido 2 a 5 días, la meningitis puede llegar a conducir a una fase que se va volviendo cada vez grave y peligrosa cuando se produce una destrucción de las neuronas motoras del cuerpo humano en la conocida poliomielitis paralítica.
Poliomielitis paralítica
Este tipo de poliomielitis se produce de una manera muy atípica, y es una parálisis flácida asimétrica, que se encarga de afectar a ambos lados del cuerpo humano por igual.
Esta afección va progresando con el pasar de 2 a 3 días, y cada vez más irá afectando más a los músculos del cuerpo que sean más proximales de uno o de los dos miembros inferiores, pero se han visto casos donde los brazos de la persona que padece de la polio también fueron afectados.
Va acompañada de dolores musculares muy fuertes, los cuales pueden conducir hasta un riesgo vital, ya que afectan a los músculos respiratorios, lo que terminaría causando una insuficiencia respiratoria, al habla o la capacidad para deglutir con incapacidad de poder controlar las secreciones bucales, ahora si hablamos de la sensibilidad, suele estar bien conservada.
La gran mayoría de los pacientes que sufren de poliomielitis logran superar la fase paralítica de la enfermedad con éxito, si bien en torno a un 2-15% son quienes no logran vencer y acaban perdiendo la vida, más que nada los casos en los que la poliomielitis termina siendo mortal es cuando aquellos con la afectación del bulbo del encéfalo.
Luego de esta fase bastante aguda de la enfermedad, 2 de cada 3 personas no logran poder recuperarse de manera completa, por lo tanto, en ellos permanecen secuelas permanentes en las zonas motoras del cuerpo. Por ello la OMS y la UNICEF piden precaución con las epidemias.
Prevención de la poliomielitis
Algo que todas las personas deberían saber es que la poliomielitis es una enfermedad que se puede llegar a prevenir, por lo tanto, puedes cuidarte de ella para nunca padecerla.
La polio se encuentra erradicada en España, el último caso que se vio de ella fue un virus salvaje de polio en el año de 1988, y en junio de 2002 se logró obtener el certificado de región libre de poliomielitis, todo esto gracias a la alta tasa de cobertura de la vacunación de las personas, según Herrero Martínez.
Todos los niños tienen incluidos en su calendario de vacunas infantil, la vacuna contra la polio inactivada, lo cual es altamente eficaz. Ahora, si hablamos del caso de los adultos, a estos se les recomienda en caso de viajes al extranjero donde la enfermedad de la polio no se encuentre erradicada, acudir lo antes posible a su llegada a un centro de vacunación internacional donde se pueda valorar la conveniencia de recibir la vacuna.
Tipos de vacuna
La primera vacuna que se aplica es donde se utiliza el poliovirus vivo, pero debilitado y es administrado por vía oral mediante unas gotas. La segunda vacuna es la que no está activada y se administra colocándose por inyección.