Las infecciones virales están presentes en los organismos y el medio ambiente, por eso no es de extrañarse que por lo general las personas se enfermen de una gripe constantemente, porque se comparten vasos, se estornuda, entre otros aspectos.
Una de estas infecciones presente es la mononucleosis, tal vez no hayas escuchado el termino o puede que sí.
Lo cierto es que la mononucleosis es muy común de contraerla en los niños y adultos, por ello te invitamos a continuación que sigas leyendo para que sepas que es, como se contagia y más de ella que es importante.
¿Qué es la mononucleosis?
La mononucleosis es una enfermedad infecciosa, que se conoce comúnmente como la enfermedad del beso, debido a que se transmite por la saliva. Esta es causada por el virus Epstein-Barr y aunque se trasmite por medio de un beso o compartir utensilios con una persona enferma, de acuerdo al reporte de Clínica Mayo, no es tan contagioso como la gripe o el Covid – 19.
¿Cuáles son los síntomas de la mononucleosis?
La mononucleosis posee un período de incubación de unas cuatro a seis semanas, aproximadamente, pero en los niños generalmente es mucho menor. Sus principales síntomas son los siguientes:
- Fatiga corporal.
- Dolor de garganta y dificultad para tragar.
- Fiebre.
- Inflamación de ganglios linfáticos en el cuello y las axilas.
- Inflamación de las amígdalas.
- Dolor de cabeza.
- Sarpullido.
- Inflamación y ablandamiento del bazo.
Por lo general, la fiebre así como el dolor de garganta pueden ir disminuyendo con las semanas, pero los otros síntomas como: la fatiga, el agrandamiento de los ganglios linfáticos y la inflamación del bazo pueden llegar a prolongarse unas semanas más. Estos síntomas por lo general suelen molestar mucho, pero no dejan secuelas de ellos, e incluso muchos adultos las han sufrido.
Los adultos expuestos al virus Epstein-Barr, que provoca la mononucleosis, desarrollan anticuerpos, aunque el virus puede permanecer en la saliva por meses.
¿Cómo se contagia la mononucleosis?
La mononucleosis o virus del beso se contagia, como su nombre lo indica, principalmente por medio de los besos, ya que el virus se encuentra presente en la saliva.
Además, también se puede contagiar si se toma del mismo vaso o se usan los mismos utensilios sin lavar de la persona que lo sufre,así como el hecho de compartir alimentos del mismo plato.
¿Cuáles son las posibles complicaciones más frecuentes de la mononucleosis?
Si la mononucleosis no es tratada a tiempo puede ocasionar las siguientes complicaciones:
- Bazo agrandado: el virus del beso por lo general, causa el agrandamiento del tamaño del bazo, lo cual genera un dolor agudo y repentino en el lado izquierdo, por la parte superior del abdomen. E incluso en casos muy fuertes puede que este órgano se rompa, provocando un dolor mucho mayor.
Por ello es necesario la atención médica de inmediato, porque es posible requerir una cirugía de emergencia.
- Problemas hepáticos: la mononucleosis puede genera complicaciones con el hígado, tales como la hepatitis, la cual permite que se inflame el hígado levemente. También puede ser posible que se presente la ictericia, la cual provoca un color amarillo en la piel y la parte blanca de los ojos, lo cual es su mayor característica.
- También puede provocar enfermedades más graves, pero que tal vez no son tan relevantes, ya que todo dependerá del sistema inmunitario del paciente.
- Anemia: sufrir de mononucleosis puede ocasionar una disminución de los glóbulos rojos y la hemoglobina, una proteína rica en hierro y presente en los mismos.
- Trombocitopenia: esto ocurre cuando el recuento de las plaquetas es muy bajo, y estas son las responsables de la coagulación.
- Problemas cardíacos: la presencia de la mononucleosis puede dar origen a la miocarditis una inflamación del músculo cardíaco.
- Sistema nervioso: enfermedades como: meningitis, encefalitis y síndrome de Guillain-Barré.
- Amígdalas inflamadas: que pueden impedir la respiración adecuada del paciente.
¿Cómo se previene la mononucleosis?
Para la mononucleosis no hay vacuna alguna, por ello los pacientes de la misma deben ser muy precavidos y evitar dar besos, así como el hecho de intercambiar comidas, platos, vasos y utensilios por varias semanas.
Generalmente, esto se de evitar hasta que no se presente fiebre de manera repetitiva, ya que el virus permanecer en la saliva por semanas hasta meses después del cuadro infeccioso.
¿Cómo se diagnóstica la mononucleosis?
Para diagnosticar la mononucleosis se cuenta con dos fases complementarias, las cuales se inician con el examen físico que debe ser realizado por el médico. El deberá evaluar los síntomas, verificando si el paciente tiene: inflamación de los ganglios linfáticos, amígdalas, hígado y bazo; luego se pasara a la realización de un análisis de sangre para verificar la existencia del virus de Epstein-Barr.
El análisis de sangre aplicado en un paciente con mononucleosis, probable arroje un resultado de falso negativo la primera semana de la enfermedad. Debido a esto se puede repetir la aplicación de la misma si los síntomas persisten por más tiempo; este análisis es que permitirá determinar el número de anticuerpos del virus de Epstein-Barr y el recuento de glóbulos blancos.
Y así determinar la presencia de la mononucleosis en la persona, para posteriormente aplicar el tratamiento necesario en el paciente, para su recuperación.
¿Cuál es el tratamiento de la mononucleosis?
Un tratamiento específico para aplicar durante la mononucleosis infecciosa no lo hay, ya que no existen antibióticos que funcionan contra esta infeccione viral. Por ello, el tratamiento está dirigido a combatir los síntomas para eliminar la fiebre, el cansancio, dolor de garganta y las inflamaciones, además de recomendar mucho reposo hasta que se alivie la fatiga.
También el paciente con mononucleosis debe comer alimentos sanos, sin aditivos ni colorantes así como tomar abundantes líquidos, para así mantenerse hidratado.
Es muy importante hacer mucho énfasis en el guardar el reposo durante el tratamiento de los síntomas, la persona no debe agitarse ni realizar actividades, ni mucho menos muy fuertes, que retarden el alivio de los síntomas y su pronta recuperación.