Definitivamente el FC Barcelona que comanda Joan Laporta es como una buena serie que de tantas cosas que le pusieron ya la dañaron. La máxima expresión de eso es un Ronald Koeman que luce perdido y contrariado en el banquillo del club azulgrana a tal punto de que ya ha comenzado a pelear hasta con su sombra, que en tal caso podría recordarle que su panorama se ensombrece a pasos agigantados. En la actualidad, son muchas las voces dentro de la propia institución catalana que piden el cese inmediato del neerlandés, algo que ya comienzan a deslizar tanto los aficionados como algunos jugadores. El desencanto es esparce y el mandatario blaugrana podría entrar en acción muy pronto.
Con una relación pésima entre el presidente y el entrenador, combinada con una serie de factores nada favorables para el ambiente del equipo catalán; todo parece indicar que Laporta ya tiene los días contados para Koeman. Esto se hace cada vez más palpable con el ambiente de tensión que se vive en el club y con los rumores de la prensa que avivan las llamas del descontrol anunciando una serie de candidatos que figuran para tomar el control del banquillo azulgrana. De verdad no se sabe si esos candidatos lo harán mejor o peor que neerlandés; pero al menos cambiará el ambiente y con eso a Laporta ya le basta. Los motivos para mandarlo a la calle son muchos y a cualquiera podría agarrarse el presidente culé para hacerlo.
4Koeman hizo que se perdiera el estilo
Junto con la pobre imagen que ofrece está lo que peor sienta a todo el barcelonismo: la pérdida del estilo. Por supuesto que para Koeman el Barcelona ya no puede jugar al «Tiki-Taki», pero es que ni para ese estilo inventado le da; porque ver al equipo blaugrana jugando a no perder en el Camp Nou, lanzando centros todo el segundo tiempo para que lo cabeceara un defensa o jugando con miedo de llegar al área rival toda la primera parte son cosas que jamás se pensaron que sucederían. El equipo ya no juega con la posesión ni toca el balón con gracia, todo se ha desvirtuado tanto que mucho piensan que cualquiera lo haría mejor que el neerlandés y parece que Laporta es uno de esos.