El momento de Vinicius Jr. está siendo uno de los más importantes de su carrera, tal vez el que más; porque ha logrado convertirse en un titular indiscutible dentro de un equipo con tanta historia y grandeza como lo es el Real Madrid y con solo 21 años. Claro que para el brasileño representa mucho más, esto debido a las dificultades que ha tenido que afrontar desde su llegada a la capital de España. No solo es su precio, de 45 millones de euros, además de eso se ha tenido que enfrentar a la fama de ser un futbolista que no es considerado como un «Top»; es decir, que no está listo para la élite y por ende va a fracasar.
Con ese temor de ser una promesa que nunca llegue a nada se a tenido que enfrentar las últimas temporadas, unas en las que realmente lucía como si todos sus detractores tuvieran razón. Lo malo de Vinicius es que mostraba una calidad infinita, esa habilidad de otro nivel, su velocidad supersónica y una capacidad para desbordar y regatear al rival como pocos; el problema es que tras hacer todo eso se nublaba frente al arco y no no hacía ni un pase bueno ni tampoco chutaba bien. El miedo del Madrid era que, como tantas otras estrellas jóvenes, mostrara tanta calidad y potencial para después quedar en nada. No obstante, en esta temporada se está confirmando como un futbolista de élite. Poco a poco ha ido mejorando y quiere seguir haciéndolo; pero a diferencia de él, otros no tuvieron tanta suerte y se convirtieron en fracasos totales.
5Adriano acabó siendo un gran fracaso
Sea casualidad o no, casi todos los «juguetes rotos» provienen de Brasil. El entorno puede influir o la fama puede nublar el infinito talento de los futbolistas que provienen de allí o simplemente sucede algo que los marca para siempre y nunca vuelven a ser iguales. Algo de todo eso le ocurrió a Adriano, el atacante que deslumbró con el Inter de Milan y su selección y parecía que se comería al mundo. Sus condiciones físicas eran increíbles (potencia, velocidad, fuerza, olfato goleador…); pero tras la muerte de su padre no pudo salir de su depresión y eso combinado con su amor por las fiestas, más amistades más que cuestionables lo hicieron caer en desgracia. En ningún otro equipo pudo volver a triunfar y su carrera se apagó lentamente. Algo por lo que nunca querrá pasar Vinicius.