El Atlético de Madrid alcanzó un nuevo triunfo en LaLiga Santander, esta vez ante el Getafe, y uno de los protagonistas volvió a ser Antoine Griezmann. Tras unas duras negociaciones, que solo se pudieron concretar a última hora en el último día de mercado, el francés arribó a la que fue su casa desde 2014 hasta el 2019. Pese a que muchos dudaron de que se llevara a cabo esta contratación, el conjunto colchonero lo trabajo hasta el final, pues era una petición expresa de un Diego Simeone que veía clave su llegada. Sin embargo, con cuatro partidos ya disputados, este no ha hecho nada diferencial y son muchos los que ven que condiciona al equipo rojiblanco.
Pese a que en el club lo celebraron y que Simeone casi haya montado una fiesta nacional, la verdad es que para la afición está siendo mucho más difícil aceptarlo, por todo lo que sucedió con su salida, principalmente; pero además de eso por todo lo que condiciona con su llegada. La fluidez de juego, futbolistas desplazados, algunos que se quedan sin minutos y problemas en el juego del equipo, son algunas de las cosas que se han visto desde que llegó y de las que Simeone tendría que tomar nota para que, de no mejorar pronto, pueda dejarlo a un lado hasta que recupere su nivel.
7Adaptarse está costando más de lo esperado
Aunque es un ambiente que ya conoce, con un cuerpo técnico con el que se entiende bien y con varios de los compañeros que dejó por allá en el 2019, la verdad es que Griezmann no se está hallando en esta nueva aventura en el Atlético de Madrid. En sus últimas actuaciones se le ha visto perdido, sin poder conectar del todo bien con el ataque y sin poder se determinante por su propia cuenta. Sus compañeros no suelen encontrarlo en buena posición y él tampoco se ubica donde puedan hacerlo. Simeone quiere hacer que entre a la dinámica lo más pronto posible; aunque si no mejora deberá tomar decisiones complicadas, pues les está costando fluidez al taque, entre otras cosas.