El futuro ya está aquí. De eso no teníamos la menor duda. Es cierto que queda todavía un poco para ver volar el patinete de Marty McFly, pero cada vez la distancia que hay hacia esa realidad es más corta.
Ha sido la tecnología, sumada a la predisposición de los humanos, quien ha puesto sobre la mesa nuevas formas de hacer las cosas, quizá más sencillas, más fáciles y, en muchas ocasiones, sin moverse de casa. De hecho, no es raro poder hacer un tour virtual 3D para ver una tienda, un concesionario de coches, un piso o conocer las calles de una ciudad.
El tour virtual, una fórmula que convence a usuarios y a quienes lo promocionan
Si pensamos en una tienda, de cara al usuario las ventajas son muy claras: comodidad, ahorro de tiempo y facilidad a la hora de decidir la compra. Ir a un showroom virtual, además de evitar las largas colas que pueda haber, siempre produce el placer de poder visitar el lugar como si se estuviese allí y hacer las compras que se consideren necesarias.
De cara al promotor, las ventajas también son muchas ya que se duplican las visitas, al contemplar las dos modalidades, con el tour virtual 3D y físicamente. Y, como se duplican las visitas, la posibilidad de que lo hagan también las ventas, está encima de la mesa.
Además, el hecho de incluir la realidad virtual en la estrategia empresarial es un punto positivo en una buena acción de marketing. Es decir, el tour virtual 3D comunica en sí mismo, pero también por el mismo simple hecho de tenerlo. Da una imagen positiva de la marca, como una marca moderna, sólida, con recursos y dinámica, que crece según lo dicten los tiempos y que lo pone fácil al usuario.
Eso sí, si se quiere llevar a cabo una acción de estas características es importante que se haga con una agencia de realidad virtual profesional, que conozca bien todos los aspectos técnicos pero que también tenga la capacidad de escuchar y entender al cliente qué es lo que quiere transmitir, a qué quiere darle mayor prioridad y cómo quiere presentarse.
En este sentido, diferenciarse aportando algo en positivo siempre es un valor importante. Hoy por hoy los clientes son más volátiles que nunca ya que internet ha puesto sobre la mesa miles de ofertas de la competencia a golpe de clic. Diferenciarse con actuaciones así, si están bien hechas, puede hacerse inclinar la balanza.
Como se ha señalado, no sólo sirve el tour virtual para empresas y negocios, también sirve para otras actividades del sector terciario como pueden ser los museos. De hecho, durante el confinamiento fueron muchos los que decidieron abrir sus puertas virtuales para que las personas desde sus casas pudieran pasar la mañana contemplando las principales obras y recorriendo sus pasillos y desconectando, de alguna manera, del estrés que provocaba la situación.
Igualmente, hoteles, o centros de convenciones también suelen ofrecer este tipo de tours en los que los usuarios descubren rincones que quizá luego quieran visitar físicamente o a los que contactar.