El FC Barcelona parece estar abocado a la ley de Murphy, que dice que si algo puede salir mal, pues empeorará. Eso es lo que pasa tanto con Joan Laporta y Ronald Koeman, que desde hace rato se sabe que no tienen una buena relación, pero se esfuerzan tanto en ocultarlo que quedan mucho peor; y también con un equipo que no levanta cabeza y tal parece que se ha convertido en socio exclusivo de dar pena allá por donde va. Por supuesto que de exageraciones esta lleno el mundo; no obstante, que cada tres días se discuta el futuro del entrenador no es normal y además que el conjunto azulgrana tenga dos partidos malos en el Camp Nou es aún peor.
Ante tantos males en el Barça son muchos los que se cuestionan como Koeman continúa al frente del equipo; por eso comienzan a ponerse de lado de esos directivos, un tanto palmeros de Laporta, que piensan que la mejor soluciones despedir al neerlandés de una vez por todos. Esta es una opción que se baraja desde hace tiempo; la cuestión es que mientras más solida se hace la idea, más complicada se torna hacerla realidad. En estos momentos el mandatario azulgrana se encuentra en una difícil situación y aunque no lo parezca la solución puede acabar siendo más grave que la enfermedad; porque sacar a Koeman traería otros problemas.
8Las dudas aumentan con Koeman
Pese al inicio esperanzador con la goleada a la Real Sociedad, ya desde el duelo ante el Athletic Club se empezaron a evidenciar fallas terribles en el juego, el empate (1-1) lo escenificó muy bien; pero ya todo se cayó poco después, porque a pesar de la victoria ante el Getafe (2-1), jugando muy mal, luego llegó la debacle ante el Bayern Múnich en Champions League. En el Camp Nou se vieron impotentes ante un rival que a media máquina los superó en todo y se impuso 0-3. Tal fue la superioridad que no pudieron ni chutar una vez entre los tres palos en su propia casa. Ya ante el Granda el juego fue a peor y Koeman puso a los suyos a tirar centro al área todo el segundo tiempo hasta llegar a empate. Laporta ya tomó nota y lo que vio no le gustó nada.