Si hay algo por lo que que siempre se ha caracterizado Cristiano Ronaldo durante toda su carrera es por mantener un físico realmente increíble. Esa forma de cuidarse y mantenerse en forma es algo que ha sorprendido a propios y extraños, que no entienden el verdadero talento y don natural que tiene el portugués: el del trabajo duro. Y es que por más que un jugador entrene, trabaje y se ejercite como el de Madeira, no podrá demostrar ni la mitad de lo que ha hecho, y sigue haciendo, este en su carrera. Sin embargo, todas esas vivencias son más jugosas cuando alguna persona que ha estado de cerca con él las comenta; eso es precisamente lo que ha hecho Royston Drenthe.
Quien fuera exjugador del Real Madrid y llegara a compartir con Cristiano Ronaldo, cuando este arribó al equipo blanco, concedió una entrevista a la revista ‘Voetbal International’ y allí comentó algunas de las cosas que dejan patente esa profesionalidad que tiene el astro portugués; además de revelar uno de los secretos que hacen que mantenga su buena condición física. Claro que lo mejor del neerlandés que cuando habla deja alguna perla, pues desde siempre se ha caracterizado por tener un don especial con la prensa, al ser un personaje espectacular; algo que ha demostrado recientemente en sus apariciones en ‘El Chiringuito de Jugones’ y que en esta entrevista también prueba al hablar de algunas cosas que hizo en su etapa en la escuadra merengue.
6A Drenthe le encantó la noche en Madrid
De las cosas que tiraron lo borda la prometedora carrera de Drenthe, una de ellas fue esa vida nocturna tan turbulenta. Claro que algunos como Cristiano Ronaldo también tuvieron sus noches de juergas en la juventud; pero al avanzar en sus carreras entendieron que el éxito iba por otro camino, el neerlandés no lo entendió así. «He tenido tantas noches bonitas con Guti… A menudo nos juntábamos con Wesley Sneijder, Robinho y Gonzalo Higuaín. Wesley y yo éramos uña y carne y podíamos cruzar la línea roja de vez en cuando. Y había veces en las que Higuaín se apuntaba. ‘Tengo que quedar con Wesley y Roysthon’, se decía y nos llamaba. A veces estábamos pasando una velada en casa y llamaba a Gonzalo: ‘Amigo, ponte de pie, ¡vamos a hacer algo!», narró el neerlandés.