Seguramente estás familiarizado con la receta de salsa bechamel para preparar las más cremosas y crujientes croquetas, pues siendo este un plato tan tradicional y tan versátil, vale la pena saber los pasos de memoria para hacerlas perfectas. Ahora bien, esta salsa tiene más usos que solamente hacer croquetas.
Con una consistencia más ligera, pero igual de sabrosa, la salsa bechamel es perfecta para salsear pastas, filetes y cualquier otro alimento al que desees darle un toque refinado, diferente y distintivo.
4Incorpora el líquido
A medida que vas removiendo la harina de trigo junto a la mantequilla, comienza a verter la leche de la misma forma que has añadido la harina, es decir muy poco a poco. De esta forma evitarás que se formen grumos en la salsa.
A medida que vas vertiendo la leche, será necesario que dejes de usar las varillas y comiences a emplear una paleta de madera. Notarás que la mezcla comienza a espesar e incluso puede romper a hervir. Si es así, baja la temperatura y continúa removiendo sin parar para evitar que se pegue al fondo y que se queme. Pon a punto de sal y añade la pimienta recién molida y la nuez moscada.