En el marco de las protestas celebradas este sábado por la Asociación de Víctimas del Terrorismo en Madrid, San Sebastián, Zaragoza y Granada, –donde el etarra Henri Parot provocó las 39 muertes por las que cumple condena por terrorismo–; acordando recientemente la Audiencia Nacional reducir 20 meses su condena a cuenta de su periodo de prisión preventiva; Cs ha participado del acto celebrado en la ciudad de la Alhambra en rechazo a la marcha que había sido convocada en Arrasate (Guipúzcoa) en favor de Parot, una movilización finalmente sustituida por actos dispersos.
Mientras la Sare, la plataforma de apoyo a los presos de ETA, esgrime que los citados actos son convocados «contra la cadena perpetua», el diputado nacional de Cs y miembro del Comité Permanente del partido liberal, Guillermo Díaz, ha avisado de que se trata de actos «en homenaje al etarra Henri Parot» que «suponen una humillación permanente a las víctimas del terrorismo y a todos los españoles, que vemos cómo se destruye la moral de nuestro país».
Díaz, quien ha participado en la concentración convocada en Granada por la Asociación Víctimas del Terrorismo, junto a los parlamentarios de Cs por la provincia Concepción Insúa y Raúl Fernández, así como el coordinador provincial de la formación, Joaquín López-Sidro; ha expuesto que en la ciudad de la Alhambra «sigue vivo el recuerdo de las atrocidades de ETA, entre otras cosas porque los hermanos, los familiares, los amigos…, siguen vivos».
Por ello, ha añadido el dirigente de Cs, «no podemos permitir que en España opere como atenuante el matar en nombre del nacionalismo; no podemos permitir que nos digan que son crímenes menos graves».
«Aún tenemos en la memoria las imágenes de los bomberos llorando mientras sacaban cuerpos de los escombros de la Casa Cuartel de Zaragoza, atentado cometido por el comando integrado por Parot. Esa es la mayor memoria democrática, porque es lo que tenemos más cercano, es nuestro presente, y el Gobierno tiene la opción de penalizar cuestiones como estos homenajes. De lo contrario, estaría contribuyendo al vaciado moral del Estado», ha aseverado.
Guillermo Díaz ha insistido en que «este tipo de actos en homenaje a los terroristas son constantes y permanentes» y ha hecho hincapié en que «matar es matar y decir otra cosa o querer atenuarlo es empatizar con el asesino».