El pasado 8 de septiembre llegó a las librerías ‘Los viajeros de la Vía Láctea’, la octava obra de Fernando Benzo. Se trata de una novena generacional que recorre la vida de un grupo de personajes desde los años ’80 hasta la actualidad.
En la novela está muy presente la música, como reconoce el propio Fernando Benzo en declaraciones al diario QUÉ!: «He sacado una playlist con la música que se menciona en la novela y me han salido 125 canciones». Es evidente que para el autor, la música goza de una gran importancia en nuestra vida: «Todos tenemos canciones que nos marcan para siempre».
Como la música, la juventud es el otro elemento en el que más incide Benzo, que reconoce que todo lo que nos sucede en ella «nos marca para siempre». Respecto al proceso de maduración con el transcurso de los años, afirma que «ninguno estamos cómo pensábamos que íbamos a esta cuando éramos jóvenes».
Precisamente es ese camino el que quiere mostrar, y de ahí el título de la novela: ‘Los viajeros de la Vía Láctea’. El propio Benzo confiese que «el título pretende ser más metafórico que literal». «Ese viaje por la vía láctea al final es la vida, que es lo que intento destacar en la novela. La vida de todos nosotros es un viaje desde la juventud hasta la madurez», afirma el autor.
Noctámbula y diurna, madura y adolescente, sorprendente, hilarante, histriónica, realista y soñadora… La novela engloba un sinfín de sensaciones. Es una cinta incombustible, siempre ecléctica e indescifrable, bella como la vida misma. Un garito del pleistoceno de la noche madrileña se convierte así en metáfora del libre albedrío, constelación de personas en órbita, se cruzan y alejan para volver a encontrarse… Desde luego, una lectura imperdible, que ya está en todas las librerías.
