María Castro: «A los niños no les toca sufrir, tienen que reír y jugar»

La actriz María Castro es una de las embajadoras de la marca Arnidol que a su vez colabora estrechamente con la Fundación Aladina en diferentes proyectos de ayuda a la infancia. Así, parte de las ventas de los productos de Arnidol, líder en el cuidado de la piel de los más pequeños, se destinan a asociaciones solidarias. En 2019, la marca recaudó fondos para cumplir los sueños prometidos por la Fundación Pequeño Deseo, y este 2021 se ha unido con Fundación Aladina para mejorar la vida de los niños y adolescentes enfermos de cáncer.

El producto estrella de Arnidol es un stick que refresca la piel y alivia el malestar después de un golpe, tan frecuente entre los niños. Además también proporciona confort a la piel irritada después de picaduras de insecto o tras na exposición excesiva al sol. Un stick que la actriz definía en el evento de presentación como «mágico», y de cuya venta se destina 1€ a la fundación de Paco Arango, a quien Castro conoce personalmente y considera como «un ángel en La Tierra».

María Castro además de actriz es presentadora, bailarina, gimnasta rítmica y comenzó a estudiar periodismo. Además es madre de dos pequeños y aun así tiene tiempo para desarrollar su faceta solidaria y convertirse en la cara visible de esta importante colaboración entre la Fundación Aladina y Arnidol. La actriz gallega dio a luz a su última hija el pasado mes de octubre de 2020 en plena crisis sanitaria por la Covid-19. Según la protagonista de Seis Hermanas, se sintió feliz al completar su familia junto a su marido, José Manuel Villalba, pero también fue abrumador y triste no compartir la gestación ni su posparto con los suyos.

POR UNA MEJOR CALIDAD DE VIDA PARA LOS ENFERMOS DE CÁNCER

Entendió que era necesario adaptarse a las medidas de seguridad, pero vivió con pena tener que ir a hacerse las ecografías sola, e incluso tuvo que dar a luz con la mascarilla puesta. Uno de los aspectos que más respeto le daba era dar positivo en el parto, lo cual hubiese implicado quedarse ingresada, que el bebé recibiese el alta, no poder realizar lactancia exclusiva y perderse el primer encuentro de la bebé con su hermana mayor Maia. Sin embargo, lo que para ella resultó una incomodidad, para muchos pacientes graves, como los niños enfermos de cáncer, la Covid-19 ha tenido consecuencias devastadoras. Algo con lo que la actriz está muy sensibilizada, no solo por el hecho de ser madre y ponerse en la piel de madres y padres con hijos enfermos. «Es porque soy persona, y a los niños no les toca sufrir. Les toca jugar, saltar, correr», aseguró en exclusiva para el diario QUÉ! «Como hay que hablar de cáncer porque todavía no está erradicado, vamos a hablar de ayudar, dentro de lo que se pueda, a que tengan una vida un poquito mejor».

En la actualidad María Castro compagina su vida familiar con su trabajo como actriz. Recientemente ha terminado el rodaje de El Juego de las Llaves del director de Vicente Villanueva y la vez se encuentra de gira teatral cada fin de semana conLa Cuartada hasta abril de 2022, ‘con el permiso de mis hijas que me acompañan como una titiritera por toda España’. En su carrera profesional destacan sus papeles en éxitos de la pequeña pantalla como Los Serrano, Tierra de Lobos, Aída o, entre otros, Sin tetas no hay paraíso, participación por la que obtuvo un premio Ondas en 2009 a la mejor intérprete femenina de ficción nacional y un TP de Oro como mejor actriz.

María Castro además es profesora, y aunque no ejerce profesionalmente sí lo hace en su hogar con sus dos niñas. ‘Me encanta sorprenderme con lo que ellos aprenden’, afirmaba en el evento de Arnidol, que consiguió recaudar 20.000 euros para la Fundación Aladina.

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