Si estás enfrentando un proceso judicial, seguramente te han informado de que puedes contratar un abogado y un procurador. Aunque ambos profesionales se han especializado en la rama del Derecho, no cumplen las mismas funciones. De hecho, no puedes valerte de uno para cumplir funciones de otro. ¿Son ambas figuras legales necesarias para que tu proceso fluya de forma adecuada? Conoce aquí las funciones de un procurador y si es obligatorio contratar uno.
¿Cuáles son las funciones del procurador?
Los procuradores son profesionales del Derecho que facilitan la realización de trámites judiciales, especialmente en Tribunales. Como la mayoría de los ciudadanos desconoce cómo se llevan a cabo los procesos legales en estos recintos judiciales, el procurador será quien conducirá estos trámites para que tengas una defensa en toda regla.
El papel que cumple un procurador en un proceso legal es de gran valor cuando se tienen que instaurar procesos burocráticos que en muchas ocasiones suponen obstáculos para la defensa de una persona. Este profesional, por ejemplo, puede acelerar los trámites de los expedientes de juzgados, trabajando en conjunto con el abogado a cargo del caso en cuestión.
En realidad, los procuradores Barcelona, o de cualquier otra ciudad, son quienes representan a sus clientes en el juzgado donde se esté llevando a cabo el proceso. Realizan un seguimiento cercano del proceso, colaborando con tribunales y juzgados en la corrección de defectos en trámites. Redactan escritos y documentos legales, y los presentan frente a las autoridades correspondientes.
Se encargan de velar por que se cumplan todos los plazos a tiempo para la entrega de cualquier prueba o documento a favor de su cliente. También pagan las tasas judiciales correspondientes por la gestión de trámites, entre otras funciones.
¿Es obligatorio que el procurador represente a un ciudadano?
Es posible que existan casos donde no sea necesario contratar procuradores Madrid, por ejemplo, mientras que otras situaciones lo requieren de forma obligatoria. La Ley de Enjuiciamiento Civil, por ejemplo, dictamina que cualquier comparecencia judicial debe hacerse de mano de un procurador.
Sí, casi cualquier juicio penal o civil requerirá de la presencia de este representante legal. Si se está enfrentando un proceso legal contencioso-administrativo en un Tribunal, también será obligatorio contar con un procurador en el equipo.
Ahora bien, aunque no sea obligatorio en todos los casos legales, si conviene contar con este profesional para llevar a cabo trámites que escapan de las manos de un ciudadano común, sin conocimientos sobre el área legal.
Para que un procurador defienda tu causa de manera legal, debe concederse un poder. Este poder de representación puede otorgarse a través de un documento notariado o un poder apud acta. Este último caso también puede llevarse a cabo por comparecencia electrónica, conocido como apoderamiento apud acta electrónico.
Que al enfrentar un proceso judicial cuentes con la ayuda de un procurador resulta imprescindible. Te ahorras tiempo, pues estos profesionales son expertos en trámites judiciales, conocen de primera mano el proceso y tienen contactos en juzgados. Además, te aseguras de contar con una buena defensa en conjunto con tu abogado.