La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha destacado que España es un modelo de referencia internacional en donación y trasplante y, gracias a ello, lleva 29 años consecutivos liderando en ranking mundial en donación.
En estos términos se ha referido, durante su intervención en la inauguración telemática de la sesión científica ‘El médico en la donación y el trasplante de órganos: implicaciones éticas’, organizada por la Asociación Médica Mundial (WMA), la Organización Nacional de Trasplantes de España (ONT) y el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España (CGCOM).
La ministra de Sanidad ha puesto de relieve la importancia de los trasplantes tanto para las personas receptoras y los donantes, como para la sostenibilidad de los sistemas sanitarios, ha señalado que el objetivo es que la donación sea una parte integral de la atención al final de la vida. Tal y como ha significado Darias, la donación de órganos y tejidos no sólo contribuye a mejorar la vida de los beneficiarios y una ayuda para superar el duelo en el caso de los donantes, sino que supone un importante ahorro frente a otros tratamientos sustitutivos.
En esta línea, ha aplaudido la mejoría que han experimentado las donaciones a lo largo de los primeros 7 meses del año, respecto a 2020, cuando la actividad se vio especialmente afectada por la pandemia provocada por la SARS-CoV-2, con un descenso del 18% en el número de trasplantes. Pero poco a poco, ha detallado la ministra, y gracias a la gran implicación de los profesionales sanitarios, las cifras se han ido recuperando.
Así y, en comparación con 2020, hasta julio de 2021, la donación de fallecido ha crecido un 11%, la donación de vivo, un 16%, y el trasplante un 15%. El impacto es enorme porque, como ha recordado Darias, una sola donación puede suponer hasta 56 años de vida más para el receptor; razón por la que, desde el Gobierno de España, defiende la ‘Resolución de Madrid’, como resultado de la Consulta Global de la OMS organizan izada por la ONT en 2010, en la que se expone que toda persona que quiera, pueda ser donante.
El trasplante, ha abundado Darias, es sin lugar a dudas, una terapia excepcional ya que emana de la generosidad de la ciudadanía, además de implicar multitud de profesionales, de diferentes especialidades, que deben coordinarse a la perfección para lograr este éxito compartido.
En este punto, la ministra de Sanidad ha tenido asimismo palabras de reconocimiento y agradecimiento hacia todos los facultativos y las facultativas que han trabajado duramente desde hace casi ya un año y medio en la respuesta al COVID-19 y ha expresado su pesar por aquellos que perdieron su vida en el ejercicio de su profesión debido a la pandemia.
En este punto, la ministra ha asegurado que una de las lecciones aprendidas durante todo este tiempo ha sido el valor de lo público y del Sistema Nacional de Salud, cuyas capacidades se ha comprometido mejorar, reforzar y ampliar.
Por otro lado, la ministra de Sanidad ha mostrado el compromiso del Gobierno de España en la lucha contra el tráfico de órganos y ha hecho un llamamiento a crear un frente común contra esta práctica que supone, según la OMS, entre un 5% y un 10% del total de trasplantes que se realizan al año en el mundo. Así, ha aplaudido las diferentes normativas que, partiendo de la propia OMS, la ONU o el Consejo de Europa se han ido incorporando al ordenamiento jurídico de muchos países.
En el mismo encuentro, el doctor David O. Barbe, presidente de la Asociación Médica Mundial ha repasado durante la inauguración el amplio recorrido de la corporación médica internacional en relación con las consideraciones éticas y deontológicas para la profesión desde la Declaración de Ginebra de 1948, la primera versión del Código de Ética Médica Internacional al año siguiente o las declaraciones de Helsinki (1964) y Tokio (1975) en referencia a los temas que aborda la Sesión Científica de Córdoba.
Ha recordado que la primera Declaración de la AMM sobre Donación y Trasplante de Órganos Humanos fue adoptada hace poco más de 20 años, documento que fue reemplazado por la Declaración de la AMM sobre donación de órganos y tejidos en 2012 revisada en 2017. «Los 40 principios de dicho documento siguen formando la base de las prácticas éticas mundiales sobre esta cuestión», ha remarcado.
Además, ha hecho hincapié en la necesidad de desarrollar y promover la ética médica desde las corporaciones colegiales porque «algo que está ordenado por el gobierno o incluso está permitido por la ley, no es necesariamente ético o permisible para un médico. Esto debería haber sido evidente después de los juicios de Nuremberg, sin embargo, continuamos observando la participación de los médicos en la tortura o los tratos inhumanos y degradantes».
Para el presidente de la AMM «debemos asumir la responsabilidad como colectivo de desarrollar la orientación ética para nuestra profesión. Participar en sesiones científicas como ésta para abordar los desafíos éticos y la aplicación de la ética médica no es una opción, sino una necesidad, porque esto no puede ser reemplazado por decisiones o leyes de un gobierno. Es un deber profesional que viene con la autonomía que necesitamos para hacer lo mejor para nuestro paciente», ha concluido.