Podemos definir la siesta como un “sueño corto o descanso después de la comida del mediodía”. Los españoles tenemos fama de ser el pueblo inventor de la siesta, el término viene en realidad del latín, de la hora sexta romana, que era al mediodía, cuando hacía más calor y los romanos lo combatían descansando y durmiendo. Posteriormente, ya en la Edad Media, la orden monástica de San Benito del s. XI incluía entre sus normas la de acostarse en silencio durante la hora sexta (entre las dos y las tres de la tarde).
7Mejora la capacidad de concentración
Cuando estamos descansados tenemos mayor capacidad para concentrarnos en la realización de tareas difíciles o que no nos atraen demasiado. Así que una buena siesta nos ayudará a concentrarnos mejor en las horas posteriores. También hay algunos estudios que se centran en los aportes de las siestas sobre la creatividad. Esta, es regida por el lado derecho del cerebro que puede experimentar una especie de aporte inconsciente al permitir que nos relajemos y dejemos de pensar.