Podemos definir la siesta como un “sueño corto o descanso después de la comida del mediodía”. Los españoles tenemos fama de ser el pueblo inventor de la siesta, el término viene en realidad del latín, de la hora sexta romana, que era al mediodía, cuando hacía más calor y los romanos lo combatían descansando y durmiendo. Posteriormente, ya en la Edad Media, la orden monástica de San Benito del s. XI incluía entre sus normas la de acostarse en silencio durante la hora sexta (entre las dos y las tres de la tarde).
3La siesta puede ayudar a disminuir el riesgo de tener accidentes cardiovasculares
Entre los beneficios que nos puede proporcionar dormir una siesta con las características señaladas está el de tener un menor riesgo de padecer problemas cardiacos. En el año 2019, la revista Heart publicó un estudio dirigido por la doctora Nadine Häusler del Departamento de Medicina del Hospital Universitario de Lausana y por José Haba-Rubio del Centro de Investigación e Investigación sobre el Sueño (CIRS) del Hospital Universitario de Lausana. En él tras investigar a 3.400 personas de edades entre 35 y 75 años durante un periodo de 5 años determinaron que las personas que dormían la siesta entre 5 minutos y una hora al menos un par de veces a la semana eran un 48% menos propensos a sufrir un ataque cardíaco, un accidente cerebrovascular o insuficiencia cardíaca.