Podemos definir la siesta como un “sueño corto o descanso después de la comida del mediodía”. Los españoles tenemos fama de ser el pueblo inventor de la siesta, el término viene en realidad del latín, de la hora sexta romana, que era al mediodía, cuando hacía más calor y los romanos lo combatían descansando y durmiendo. Posteriormente, ya en la Edad Media, la orden monástica de San Benito del s. XI incluía entre sus normas la de acostarse en silencio durante la hora sexta (entre las dos y las tres de la tarde).
10Duerme la siesta solo si realmente la necesitas
Una de las claves para que dormir la siesta realmente marque una diferencia positiva es necesitarla. Hay países como España y Grecia, donde la siesta es tradición, en parte se debe a que las horas centrales del día son muy calurosas. También es cierto que en estas zonas las personas nos acostamos más tarde.
En definitiva, si no has dormido bien durante la noche y te sientes cansado a lo largo del día la siesta te ayudará. O si tienes un trabajo duro a nivel físico (obreros de la construcción, camioneros, etc.) una pequeña siesta de una media hora no solo te ayudará a descansar sino también a aumentar tu productividad y sentirte de mejor humor.