La Universitat Autónoma de Barcelona (UAB) ha coordinado la publicación de un manual para maestros de educación primaria y secundaria sobre el tratamiento de la infancia tutelada o adoptada en el que se establecen acciones para una correcta acogida.
El manual forma parte del proyecto ‘Brighter Future’, financiado por el programa Erasmus+ de la Unión Europea, y busca que el personal docente tenga herramientas para crear un ambiente acogedor para estos menores y acompañarles «adecuadamente en su transcurso escolar y permitirles desarrollar todo su potencial», ha informado la UAB este miércoles en un comunicado.
Así, propone usar un «lenguaje respetuoso» para abordar su situación con los compañeros de clase; hablar de padre o madre de nacimiento o biológico, en lugar de padre o madre verdadera; y hablar de centro de acogida, en vez de orfanato.
También recomienda obviar la palabra ‘mena’, que es «una etiqueta con connotaciones», y referirse a ellos como niños o niñas que han migrado solos y han llegado sin el acompañamiento de figuras parentales.
El trabajo señala que los centros escolares tienden a «asumir que las trayectorias vitales y las situaciones familiares del alumnado son homogéneas» y que esto puede generar prácticas excluyentes.
La antropóloga de la UAB Chandra Clemente ha detallado que ejercicios como elaborar un árbol genealógico o pedir una fotografía de cuando era un bebé dejan al estudiante en una posición «incómoda y perturbadora».
Estos niños y adolescentes han experimentado situaciones y vivencias que «pueden afectar en la adquisición de habilidades emocionales o los procesos cognitivos», y si no están rodeados de un ambiente seguro, respetuoso y acogedor, pueden manifestar estrés crónico, problemas en las relaciones con sus compañeros y resistencia a los cambios, según el estudio.
PLAN DE ACOGIDA
Entre otros consejos, el manual recomienda no culpabilizar al alumnado, fomentar una relación de confianza que facilite hablar de los problemas y pedir ayuda a otros profesionales.
Para que los estudiantes se sientan valorados, anima a los docentes a mostrar interés, destacar los puntos fuertes y proporcionar oportunidades para expresarse y que el alumno se vea representado y se fomente el sentido de comunidad.
El trabajo ha incidido en la importancia de establecer un plan de acogida que facilite la incorporación de estos niños y adolescentes a los centros educativos y en este sentido, ha apuntado a anticiparse al cambio y a las nuevas rutinas para que conozcan con antelación al profesorado y las instalaciones.