El placer que da a los sentidos disfrutar de un alimento rebozado y frito, es la principal razón para que a muchos les cueste hacer dieta; la combinación de texturas crujientes y suaves en un solo bocado, ha hecho de las preparaciones rebozadas una de las favoritas para llevar a la mesa. Una de las formas de rebozar que existen es la tempura, y esta combina de la mejor manera, lo crujiente y lo ligero a la vez.
Hoy te traigo algunos trucos que quizás no conoces, y que harán de tu tempura una preparación sin igual. Sin embargo, antes de pasar a contarte, veamos un poco mejor de qué se trata esta técnica que es la favorita de muchos hogares en el mundo.
2¿Se puede cocinar cualquier cosa con la técnica de la tempura?
Con lo delicada y bien presentada que es la cocina japonesa, no es de extrañar que no cualquier alimento pueda prepararse en tempura. La razón más que por cocción obedece a fines estéticos a la hora de presentarla en la mesa.
Las tempuras más comunes y vistosamente perfectas son las preparadas con verduras, el marisco y el pescado. Con menor frecuencia se encuentran el cerdo y el pollo, los que, antes de ser cocinados con esta técnica, deben ser fileteados de manera armoniosa para ser agradables a la vista, manteniendo una estética impecable.