Durante la carrera de Gareth Bale han existido grande momentos sobre el terreno de juego, que quedan escenificados en títulos, partidazos o goles importantes; sin embargo, también hay otra cosa que ha marcado la carrera del galés: sus constantes lesiones. Si algo caracteriza al extremo es su tendencia a pasar varios meses en el dique seco por alguna dolencia que le impide desarrollar todo su talento. Obviamente ha sido en el Real Madrid donde más ha sufrido de este mal que lo atormenta y aunque ha querido escapar de él durante años, aunque la verdad es que le ha sido completamente imposible; tanto así que acaba de agregar una nueva dolencia a su ya larga lista.
El galés regresó a la que será su última campaña en el Real Madrid, después de pasar un año cedido en el Tottenham; pero está vez no se contempló ni por un momento su adiós, pues Carlo Ancelotti decidió que se quedaría y que sería importante esta temporada 2021-2022 para el equipo blanco. Para el italiano, y para cualquiera que vea los números de Bale, el extremo tiene un don especial con el gol; esto debido a que necesita muy pocas ocasiones para marcar. Como el Madrid necesita mucho gol, Ancelotti decidió que debía quedarse; no obstante, con eso también se corre el riesgo de sufrir con sus constantes lesiones que ya lo han apartado en más de 100 juegos del Madrid (102). Sus dolencias han sido múltiples y de distinta duración desde que empezó su carrera; por eso aquí va un listado con todas sus dolencias desde 2009.
6Un golazo que no escondió sus problemas físicos
Toda la situación entre Bale y Zidane empeoraría durante la campaña 2017-2018, en la que las ausencias del galés le importaban menos al técnico blanco, que en Isco encontró un buen sustituto; al punto de que en la final de la Champions League, la tercera consecutiva, también se quedó fuera. Lo mágico es que al entrar desde el banquillo pudo marcar los dos goles que le dieron el título al Real Madrid, uno de ellos de una chilena ya histórica; sin embargo, nada eso esconde un curso en el que tuvo cuatro lesiones que lo dejaron fuera un buen tiempo y rompieron su relación con Zidane de forma definitiva. Los problemas físicos que sufrió Bale fueron: una lesión en los isquios, lesión en el sóleo izquierdo, rotura fibrilar en el aductor y molestias en las pantorrillas.