Al momento en el que el Real Madrid selló el regreso de Carlo Ancelotti, uno de los que más lo debe haber celebrado fue Marcelo. El brasileño habrá pensado, como otros muchos de la plantilla, que el retorno del italiano sería un empujón más para volver a ser lo que fue en el pasado: uno de los mejores laterales izquierdos del mundo. De hecho, los aficionados temían que ese fuera su gran error, el tratar de recuperar a esos que ya no demostraban nivel para estar en el Madrid (Isco, Bale, Macelo…) y olvidará a los jóvenes o a los que venían empujando fuerte; todo por tratar de rememorar viejos tiempos. Y es que hasta le propio técnico italiano lo dijo en su presentación, que quería ver a sus antiguos pupilos; aunque matizó que luego «el campo decidirá», algo que para suerte está cumpliendo.
De los que presumiblemente trataría de recuperar, solo Bale se lo está ganando; el resto, comenzando por Marcelo, han estado condenados a la banca en estos primeros partidos. Sin embargo, llama la atención el caso del brasileño, que ya es el primer capitán del equipo tras la salida de Sergio Ramos, pues hasta Miguel Gutiérrez, canterano del Real Madrid, lo ha superado entre las preferencias del estratega merengue; así se puede entender que para el italiano ya el «12» del Madrid no cuenta mucho. Ancelotti tendría su decisión tomada y justo en estos momentos Marcelo es un peso extra que ya no quiere llevar. Varios son los motivos por los que lo ha dejado a un lado y por los que cada vez se puede vislumbrar una salida.
2Un bajón de nivel increíble
Desde hace algunos años que Marcelo no es el mismo, en concreto desde la temporada 2018-2019. Allí con Lopetegui arrancó como titular, pero unas malas actuaciones fueron dejando dudas, hasta que con Solari perdió la titularidad por completo a manos de Sergio Reguilón. Pese a que se pensó que podría ser algo pasajero, pues al regresar Zidane, este le devolvió la titularidad; la realidad es que esto no fue así y Mendy le quitó el puesto. El bajo nivel del brasileño dejaba mucho que desear: lento, poco participativo en ataque, con un físico cuestionable y teniendo los mismos errores defensivos de siempre, ya dejaba claro que su nivel no era el adecuado. Ya la temporada pasada quedó claro que era el suplente de Mendy y peor fue cuando Miguel Gutiérrez lo superó al cierre de la temporada; algo que esta se ha acentuado.