El exsubdirector de Impuestos sobre las Personas Jurídicas, Eduardo Sanz Gadea, y el profesor de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Jorge Onrubia, estiman que con el pacto de la OCDE para establecer un tipo mínimo del 15% en el Impuesto sobre Sociedades la recaudación para España se incrementará en una horquilla de entre 700 millones y 1.200 millones.
Sanz Gadea ha señalado que la recaudación será «poca» y no superará los 800 millones, aunque ha puesto en valor que con ello se incidirá en la justicia fiscal.
De su lado, el profesor de la UCM, Jorge Onrubia, se ha mostrado más optimista y cree que la recaudación se moverá en una horquilla de entre 1.000 millones y 1.200 millones, ya que la eliminación de la llamada ‘tasa Google’ en España a raíz de este acuerdo global, no tendrá un impacto tan importante porque las estimaciones que en un principio se hicieron del impuesto han sido más elevadas de lo que finalmente se está recaudando.
Dentro del ciclo Encuentros REAF sobre la reforma fiscal, organizados por el Consejo General de Economistas, dos de los mayores expertos en impuestos de las personas jurídicas han coincidido en este aspecto de que España tendrá que suprimir, en primer lugar, el Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales y habrá que ver, en el aspecto recaudatorio, como quedará el saldo resultante de minorar los beneficios cedidos por las empresas afectadas.
Para Jorge Onrubia, será una adaptación «muy compleja», ya que afectará tanto a la normativa interna del impuesto como, muy previsiblemente, a la red de convenios bilaterales o al marco de coordinación internacional que se termine adoptando, como puede ser el convenio multilateral.
NO INCORPORAR NUEVAS MEDIDAS RECAUDATORIAS EN ESTE TRIBUTO
Ambos expertos han coincidido, sobre la reforma del Impuesto sobre Sociedades que se impulsará desde el Gobierno, en recomendar no incorporar nuevas medidas recaudatorias en este tributo.
Ven posible que en el medio plazo España pueda volver a recaudaciones anuales de este tributo de en torno a 25.000 millones de euros, si bien no recomiendan que se intentara conseguir a través de medidas de corte exclusivamente recaudatorio, porque ello haría que la tributación de las empresas no fuera competitiva a nivel internacional.
Y es que, para estos economistas, la fiscalidad del país no es demasiado atractiva a la inversión extranjera, ya que el tipo de gravamen no resulta competitivo, por lo que consideran que no debería aumentar.
«No tenemos una fiscalidad demasiado atractiva a la inversión extranjera, en parte por no tener medidas fiscales expresas para ello, y también por cierta inestabilidad de nuestro marco normativo, siendo necesario que se establezca una regulación atractiva para Business Angels, aplicable no solo a pymes, sino también a empresas participadas por grupos multinacionales», ha señalado Onrubia.
Respecto a los problemas que presenta el Impuesto de Sociedades actual, Eduardo Sanz entiende que el mayor es que no es equitativo, porque regula unos beneficios fiscales selectivos –I+D+i, empresas cinematográficas, arrendamiento de viviendas, adquisiciones en régimen de arrendamiento financiero, etc.-., a la vez que penaliza a empresas endeudadas o con resultados cíclicos.
Por otra parte, Jorge Onrubia opina que uno de los principales problemas es su limitada capacidad recaudatoria, las restricciones a la compensación de pérdidas, las limitaciones a la deducción de gastos financieros y que los coeficientes de amortización, especialmente los de activos vinculados a la digitalización, son «demasiado conservadores».
El presidente del Consejo General de Economistas de España, Valentín Pich, quien también ha intervenido en el debate, ha puesto de manifiesto que aunque el Impuesto sobre Sociedades español es homologable al del resto de países del entorno, necesita corregir algunos aspectos técnicos, y es posible que la recaudación se incremente al rebufo de los cambios que se producirán a nivel internacional y a medida que aumenten los beneficios empresariales.