La Catedral de Valencia contextualiza el Cáliz con réplicas del cuerpo de Cristo tras la Pasión

La Catedral de València cierra su ciclo de exposiciones del Año Jubilar Eucarístico del Cáliz de la Pasión con una exposición en la que contextualizan el martirio al que fue sometido Jesucristo según la tradición cristiana mediante réplicas de su propio cuerpo tras la crucifixión, la Sábana Santa y el Santo Sudario.

Así lo han explicado el comisario de la exposición, el director del Centro Español de Sindonología, Jorge Manuel Rodríguez; y el canónigo celador del Santo Cáliz, Álvaro Almenar, en una rueda de prensa que han ofrecido este miércoles. La muestra se podrá visitar en la zona de acceso libre a la Catedral (entrando por la puerta de los hierros) hasta, como mínimo, final de octubre, cuando finaliza el año jubilar. No obstante, podría extenderse hasta el puente de la Constitución, según han explicado los canónigos.

Rodríguez ha explicado que la exposición incluye «la mejor reproducción de la Sábana Santa de Turín que se puede encontrar», una recreación de la cruz «tal como debió ser, no como la imaginamos». Así, frente a las cruces altas que se retratan en el arte «para dar épica a la muerte de Jesús», esta mide poco más de dos metros, y tiene una réplica de cartón del cuerpo.

La exposición cuenta también con una imagen yacente de Cristo tras la pasión elaborada por el escultor Juan Manuel Miñarro a partir de las heridas que se observan en la Sábana Santa. La imagen, que habitualmente se exhibe en el Museo de la Pasión de Cabra (Córdoba), preside el espacio expositivo. Una vitrina con reproducciones de objetos como la corona de espinas y una maqueta de la Última Cena.

Asimismo, hay 14 paneles que contextualizan la Pasión: se explica la Pascua Judía y la Eucaristía, la historia del Santo Cáliz, la Sábana Santa y el Santo Sudario y se repasan sus recorridos hasta sus ubicaciones actuales (la catedral de València, la de Turín y la de Oviedo).

«EL CÁLIZ HABLA POR SÍ MISMO»

Según han destacado tanto Rodríguez como Almenar, la muestra busca «contextualizar el Cáliz» en el marco de la Pasión. De hecho, Almenar ha remarcado que la copa que se custodia en la Catedral valenciana es «con certeza una copa judía de bendición» de la época.

«El Cáliz habla por sí mismo», ha remarcado Rodríguez, que ha destacado como en la exposición se relata el periplo a lo largo de casi dos milenios que llevó la copa de Jerusalén hasta Roma, Aragón y finalmente, la Catedral de València.

En este sentido, ambos esperan que la exposición ayude a visibilizar el Año Jubilar Eucarístico del Cáliz de la Pasión, que concluye este mes de octubre, y que, según han ironizado, se trata de un «año santo clandestino», debido a las restricciones de la pandemia y a lo poco conocido que es todavía para la población.

Al respecto, Rodríguez ha remarcado que València es una de las cuatro ciudades que celebran un año jubilar junto a Jerusalén, Roma y Santiago de Compostela, y que la Catedral «ya es un lugar de peregrinación» por la reliquia.