El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reclamado «autocrítica» al independentismo por haberse saltado la Constitución y las leyes en 2017, ha cuestionado la agenda de la Generalitat para la Mesa al advertir de que si solo se puede hablar de autodeterminación y amnistía no se trata de un diálogo, sino una «imposición» y ha puesto en entredicho también el concepto de «conflicto» que tiene el independentismo.
Estas palabras demuestran que un día antes de reunirse la Mesa de Diálogo, Sánchez ha dado un giro a su lenguaje sobre el problema de Cataluña. Lo ha hecho durante su intervención en el pleno del Senado al responder a una pregunta de la senadora de ERC Mirella Cortés, en la que ésta afirmaba que la única manera de resolver el «conflicto» catalán es mediante un referéndum y que esto es lo que se debería acordar en la mesa de diálogo.
Sin embargo, Pedro Sánchez la ha respondido cuestionando el concepto de conflicto que tienen los independentistas, asegurando que éstos denominan «conflicto» al no reconocimiento al derecho de autodeterminación. Pero ha añadido que él lo puede entender de otra manera y lo ha atribuido a la ausencia del Govern para responder a los problemas de la ciudadanía catalana.
CONFLICTO
«Ustedes dirán que el origen del conflicto político como ustedes lo llaman es el no reconomiento al derecho a la autodeterminación y nosotros diremos que el conflicto se deriva de otra serie de cuestiones que tienen que ver con la falta de cohesión, con la falta de oportunidades y que tiene también que ver con una ausencia y una renuncia por parte del Govern de Cataluña a utilizar todos los instrumentos del autogobierno para responder a los problemas que tiene la ciudadanía catalana», ha espetado el jefe del Ejecutivo a la senadora republicana.
Además, ha puesto en cuestión la agenda del independentismo para la Mesa de Diálogo al recordar a Mirella Cortés que aunque plantee como máximos la autodeterminación y la amnistía para debatir en la Mesa, en esta se debe hablar de otras cosas «más cercanas». «¿Si solo se puede hablar de autodeterminación y amnistía es un diálogo o una impocisión?», ha cuestionado Pedro Sánchez.
Y ha añadido que, al menos, el Gobierno tendrá la «capacidad y la legitimidad» en esa Mesa de «exponer cuáles son los origenes a nuestro juicio y las soluciones, a nuestro juicio, a lo que ustedes llaman el conflicto político en Cataluña».
Pero además de defender que el Gobierno pueda hablar de cuestiones como la modernización del tejido productivo y de la recuperación económica en la Mesa que mañana se constituirá en Barcelona, Pedro Sánchez también ha pedido al independentismo que haga «autocrítica» por haberse saltado la Constitución y las leyes en 2017.
«Sería bueno que el independentismo hiciera autocrítica y dijera que lo de 2017 no puede volver a ocurrir, que no se puede volver a vulnerar la Constitucion, ni la legalidad demcorática», ha exclamado Pedro Sánchez al tiempo que recordaba que los gobiernos están para «construir convivencia y cohesión».
Y en esta misma línea, ha señalado que aunque la senadora de ERC habla de represión del Estado en Cataluña, el prefiere hablar de «fraternidad» por lo que ha pedido a los partidos independentistas que abran un diálogo con el resto de la sociedad catalana que no piensa como ellos. «La fraternidad es la que apelo a sus señorías», ha exclamado y les ha preguntado si «tienen miedo a algo» por no abrir ese diálogo entre catalanes.
Sánchez y Mirella Cortés se han lanzado reproches sobre el respaldo que cada uno tiene para defender sus posturas. La senadora ha insistido en que la mayoría del pueblo catalán defiende la independencia mientras que el presidente del Gobierno le ha espetado que solo el 27 por ciento del censo está a favor de ella. Ésta se ha defendido asegurando que el jefe del Ejecutivo Gobierna solo con el 19,8 por ciento del censo español.
ERC RECLAMA EL REFERÉNDUM COMO ÚNICA SOLUCIÓN
La senadora de ERC había basado su pregunta al jefe del Ejecutivo en la necesidad de realizar un referéndum en Cataluña para resolver el «conflicto político» y advirtiendo que «sin referéndum no habrá solución para Cataluña».
En este sentido, la senadora republicana ha defendido que los «conflictos políticos se resuelven con política» y que tanto el Gobierno como la Generalitat saben «de sobras» que no se puede seguir ignorando lo que «pide una mayoría de catalanes y catalanas, es decir, decidir democráticamente su futuro».
«Podemos dar muchas vueltas a la cuestión pero al final solo las urnas, solo la democracia, puede determinar el futuro», ha setenciado para argumentar que el referéndum «no es un capricho» de su grupo parlamentario sino una «exigencia» democrática de una ciudadanía que «terminará imponiéndose tarde o temprano».
En su opinión, sin referéndum «no hay solución al conflicto político» porque el movimiento independentista no va a desaparecer ni va a renunciar a su objetivo final que es la «independencia de Cataluña».
De hecho, ha recordado que el pasado 11 de septiembre el independentismo irrumpió de nuevo por las calles de Barcelona demostrando que sigue ahí pese a la pandemia y «pese a todo».
«Nuestro horizonte es claro, pretendemos acceder a la legítima responsabilidad de gobernarnos para poder negociar y para gestionar desde el pleno reconocimiento de nuestra condición de sujeto político soberano y poner en manos de la ciudadanía nuestro futuro político contra nadie y a favor de todos», ha advertido la senadora de ERC al tiempo que requería a Sánchez que dijera cuál es su propuesta.
Además, le ha advertido de que si siguen negando la vía de la resolución democrática, este permanecerá el resentimiento crecerá y los reaccionarios «impondrán su relato». De hecho, le ha espetado a Sánchez que la derecha un 80 por ciento de los catalanes quiere el referéndum y va a votar y si el Gobierno «no es valiente» y no da una solución a Cataluña, «le estará poniendo la alfombra a la derecha para gobernar durante muchos años».
Por eso ha insistido en que la mesa de negociación entre gobiernos es una oportunidad para poder abordar el «conflicto». «Es lo que pretenden, una oportunidad para abordar lo que llevan muchos años obviando y que acabaron por reocnocer», ha insistido recalcando, sin embargo, que «sin referéndum no habrá solución en Cataluña».
En su opinión, el único movimiento relevante del Gobierno han sido «unos indultos a unos activistas injustamente encarcelados», pero cree que eso no resuelve el resto de causas que hay abiertas contra los independentistas. Por lo que ha lanzado una advertencia: «el tiempo corre».
Mirella Cortés ha insistido en que la Mesa de Negociación es un instrumento para resolver el conflicto político y mañana tendrán la oportunidad para resolver el problema de fondo que para ellos es la celebración del referéndum y la amnistía. Por ello, ha preguntado si el «¿Gobierno del Estado mantiene actitud positiva con el Gobierno de Cataluña?».