La factura de la luz es uno de los escollos más grandes que enfrenta la sociedad española. Y no es un tema de ahora, es algo que sucede desde hace años. Lo que ocurre es que con la crisis de la Covid-19 la realidad se ha vuelto más compleja de lo que ya era, y la gente ha abierto los ojos. El pago de servicios a fin de mes se ha convertido en el enemigo número uno del bolsillo de la ciudadanía. Ante ello, se busca a toda costar consumir menos para que se traduzca en «un gasto inferior en el recibo». Sin embargo, el panorama que tenemos con el pago habla de que cada vez es mayor, a pesar de que se ahorra más luz que antes.
4Las comercializadoras y el Estado le hacen la guerra a los ciudadanos
Todos estamos claros que la guerra con la factura de la luz la tiene principalmente el Gobierno de Pedro Sánchez en contra de los ciudadanos. A su vez, las comercializadoras poseen su lado de culpabilidad, aunque en una menor proporción. Es responsabilidad del Ejecutivo Nacional garantizar este recurso en los hogares. A pesar de que no falta, se ha tornado impagable. Evidentemente, es un problema que al actual presidente de España se le ha ido de las manos. El mercado mayorista es el que hace de las suyas. Allí es donde ellos compran la energía, y es extremadamente cara.