La factura de la luz es uno de los escollos más grandes que enfrenta la sociedad española. Y no es un tema de ahora, es algo que sucede desde hace años. Lo que ocurre es que con la crisis de la Covid-19 la realidad se ha vuelto más compleja de lo que ya era, y la gente ha abierto los ojos. El pago de servicios a fin de mes se ha convertido en el enemigo número uno del bolsillo de la ciudadanía. Ante ello, se busca a toda costar consumir menos para que se traduzca en «un gasto inferior en el recibo». Sin embargo, el panorama que tenemos con el pago habla de que cada vez es mayor, a pesar de que se ahorra más luz que antes.
2La realidad más cruel con la factura de la luz
Para que pueda haber una distribución óptimo en los servicios de energía eléctrica debe existir un un sistema eléctrico. El que tiene España está viviendo uno de los momentos más tensos en toda la historia. De por sí siempre ha sido caro, pero en la actualidad el impacto ha sido más severo. Esto, porque la economía de la nación no se ha levantado de las envestidas de la pandemia. Siendo la luz un servicio de primera necesidad, la factura de la luz no ha traído nada bueno a la población, que sigue pagando bastante pasta para lo poco que consume.