La tranquilidad es algo que parece ya completamente olvidado en el FC Barcelona. Desde hace mucho que hay un descontrol instalado en la institución catalana, pues tras la nefasta gestión de Josep Maria Bartomeu quedó un caos total. Con una crisis económica severa, que se traduce en una deuda terrible, producto de una política de despilfarro en fichajes innecesarios, a costos inflados y con renovaciones imposibles de pagar; y un equipo destrozado deportivamente que solo ha ganado un titulo en dos años, la estabilidad pareció llegar un poco cuando llegó Joan Laporta a la presidencia. Gracias a su experiencia, el nuevo mandatario ya comenzó a aplicar medidas para palear la crisis y confirmó a Ronald Koeman en el puesto; sin embargo, aún es consciente de que no se ha reparado nada.
Debido a la salida de Lionel Messi, que supuso un golpe mortal para el barcelonismo; ahora mismo el equipo está tratando de sanar sus heridas. El problema del límite salarial que imposibilitó el contrato del argentino todavía sigue y solo las rebajas salariales, más otros recortes de Laporta, han permitido solventar la crisis de momento; pero ese no es a lo único que le temen en el Barcelona, pues los resultados deportivos también comenzarán a tomar importancia. Tras algunos partidos de Liga y con el inició de la Champions League casi encima, un nuevo equipo se está dejando ver; aunque algunos medios ya deslizan que si las cosas empiezan a torcerse también allí, el puesto de Koeman está en peligro. Pese a ser confirmado, el neerlandés no convence por como lleva al equipo; por eso varios nombres han surgido y una lista nutrida de posibles sustitutos ya apareció.
6Blanc es de los que menos gusta entre los que han sonado
Pese a haber estado en el Barcelona como jugador, Laurent Blanc fue uno de los nombres que menos gustó de los que sonaron en el pasado para hacerse cargo del club. El francés ahora se encuentra entrenando al Al-Rayyan, de Qatar; pero hace unos meses la prensa de su país lo ligó al club azulgrana, algo que no hizo ni pizca de gracia a la fanaticada culé. Pese a la buena cantidad de títulos que ganó en el PSG, esa aura de poco ofensivo en partidos importantes y con tendencias al juego defensivo no gustan nada un club cuyo juego de ataque y toque es su sello principal. Asusta, pero su nombre estaría en la lista.