Con el mercado de fichajes ya cerrado está claro que el FC Barcelona debe conformarse con lo que tiene y una de esas piezas es la de Samuel Umtiti. Para Joan Laporta ha sido un verano muy movido y es que a pesar de que el club azulgrana tiene una terrible deuda, producto de las malas políticas durante la nefasta gestión de Josep Maria Bartomeu, y no pudo fichar a los cracks que buscaba; la verdad es que si consiguió hacer contrataciones interesantes a coste cero y además dio salida a varios de los jugadores con los que Ronald Koeman no contaba. Sin embargo, uno de los futbolistas de los que no pudo deshacerse fue del defensor francés y eso ha sido un golpe duro.
La decepción ha sido muy grande en un Barcelona que además de estar atados sin poder fichar algún crack y tampoco poder salir de algunos descartes, también se quedó sin Lionel Messi. Lo problemas financieros hicieron que se sobrepasara el ímite salarial y y todo junto hizo imposible volver a contratar al argentino, que salió con destino al PSG. Realmente la situación no es nada fácil en el Barça y si a eso se le suman que varios, como Umtiti, no quisieron irse, la cosa empeora. No obstante, al quedarse el francés levantó muchas ampollas entre los aficionados, que lo culpan por la marcha de Messi; pero a pesar de eso ya está haciendo lo posible para revertir su mala situación. Aunque le costará mucho frente a los aficionados y tendrá que cuadrar algunas cosas con la dirigencia; lo cierto es que también tiene varios compañeros por delante.
2Acusaciones de «okupa» que le pesan
Precisamente uno de los aspectos que más molestaban era esa negativa que tenía de operarse; por lo que no terminaba de recuperarse de sus problemas en la rodilla y debido a eso tampoco jugaba. Todo eso se combina con el hecho de que Umtiti es uno de los que tiene un salario muy alto, de unos 7 millones de euros anuales; así que al no querer perderlo no le importaba quedarse sin jugar, si podía cobrar ese salario. Esa sensación de que es un «okupa» enojó a muchos aficionados que lo vieron como el culpable de la salida de Messi; más aún cuando no aceptaba irse del Barça.