El tenis femenino ha crecido de forma increíble en los últimos tiempos, pero lo sucedido en el US Open, con figuras como las de Emma Raducanu, solo confirma que decir eso es realmente quedarse algo corto. La calidad va en aumento en la rama femenina y jugadoras cada vez más jóvenes están dando la cara; esto debido a que algunas como Coco Gauff, Iga Swiatek, Bianca Adreescu o Leylah Fernández ya está comenzando a sorprender y a ganar torneos. Mientras algunas como Garbiñe Murgurza, Simona Halep o Naomi Osaka (que también es muy joven) pasan por un bajón de rendimiento y resultados, una nueva generación en el tenis femenino viene empujando fuerte
La prueba máxima de esta afirmación es lo que ha sucedido en este US Open realmente apasionante. Cuando muchos pensaron que sería un poco descafeinado por las ausencias que tendría, a causa de lesiones, como la de Serena Williams, o por retiro, como la todavía recordada Maria Sharapova; las jóvenes se han adueñado de la pista y uno de los ejemplos que se puede tomar es el de Emma Raducanu. La británica es una de las protagonistas de un torneo al que se puede decir que asistió de casualidad y que ahora está a un paso de ganar si derrota a otra joven sorprendente como lo es Leylah Fernández. Realmente todos están pendientes de esta inglesa que con su tenis preciso, potente y sin fisuras quiere robarse el show a partir de ahora.
1Raducanu es la prueba de la globalización
Nacida el 13 de noviembre de 2002, Emma Raducanu es todo un ejemplo de lo que es la globalización hoy día, pues no solo en Inglaterra tiene personas que la apoyan. La joven tenista nació en Canadá, en Toronto; pero a los dos años de edad se mudo con sus padres a Londres. Además, su madre, Renee, es china y su padre, Ian, es rumano. Todas sus raíces se han unido para mostrar a una joven que quiere volar cada vez más alto.