En el Chelsea están entrenado los jugadores que no asistieron con sus selecciones al parón FIFA y entre ellos se encuentra un Saúl Ñíguez que desde su llegada a Londres se muestra con otro semblante. En realidad se le nota más alegre, feliz e ilusionado; pero no solo por el nuevo reto que está frente a él, con una nueva liga, compañeros, idioma…, también porque al fin volverá a jugar en la posición de mediocentro. En ella fue en la que se estreno en la élite y con la que ha logrado sus mayores éxitos; sin embargo, desde hace un tiempo que no se desempeña en ella y todo por Diego Simeone.
Mucho se ha hablado de la salida de Saúl del Atlético de Madrid y claro está, una de las teorías que más se ha escuchado, tal vez la única, es que se iba para poder librarse del yugo de Simeone y sus constantes cambios de posiciones. Lo cierto es que desde hacía tato que el ilicitano no era feliz en el club rojiblanco y una salida parecía ser la mejor solución. Aunque el la escuadra colchonera parecía reacia a aceptar su marcha, las oportunidad de obtener a Griezmann hicieron posibles que Saúl se fuera; no obstante, ya su salida era algo que se estaba barajando, pues los problemas y las ganas de irse ya venían de hace tiempo.
8Esos juegos de lateral izquierdo
Sin posibilidades de marcharse y con Simeone probando o recuperando a jugadores que estaban cansados o lesionados; el peor mal para Saúl ocurrió en los primeros choques de Liga: los jugó de lateral izquierdo. Para el ilicitano era una incomodidad total, pues no quería jugar allí y esa era la única posición en la que era útil para el entrenador argentino, que en cada rueda de prensa respondía preguntas sobre si Saúl se iría o si estaba conforme jugando en otra posición. Ya el tema cansaba y la solución llegaría sobre la bocina del cierre de mercado de fichajes.