Desde hace un tiempo ya que no hay dudas de un hecho más que vital en el Atlético de Madrid y este no es otro que la importancia de Marcos Llorente dentro de la escuadra colchonera. Si bien tuvo un inicio difícil luego de ser fichado como mediocentro proveniente del Real Madrid, por 40 millones de euros; lo cierto es que el madrileño ha sabido esperar su oportunidad, con paciencia y humildad, para no solo hacerse un hueco como titular en el esquema de Diego Simeone, sino que también se ha vuelto un jugador imprescindible dentro del club rojiblanco.
Pese a que ya se ha asentado y funge como una de sus estrellas, junto a Oblak, Koke y Luis Suárez, todo lo que involucra a Marcos Llorente tiene un aura más especial, pues su explosión de talento ha sido tal que la ola expansiva todavía sigue llevándose todo por delante. Justo ahora nadie se imagina un Atlético de Madrid sin el medicampista; pero esta situación puede torcerse muy pronto de cambiar algunos errores que se están cometiendo con él y que ya tienen precedentes en el equipo. Los cambios constantes de posiciones pueden ser un problema y no hay que ir muy lejos para ver lo que sucedió con Saúl Ñíguez como ejemplo.
8Luis Enrique ya ha caído en el error
El nivel escándoloso que viene mostrando Marcos Llorente desde hace temporada y medias, en los que se puede agregar estos duelos de la presente campaña, han hecho que Luis Enrique voltee su vista hacia él y lo convirtiera en uno de los habituales de la selección de España. El problema es que el estratega asturiano ha caído en el mismo error que Simeone, aunque en el caso del técnico de «La Roja» es peor; porque hasta ahora solo ve a Marcos Llorente como lateral derecho, lugar en el que pierde todo su potencial. Inexplicablemente desperdicia todo su potencial y lo que puede dar encerrándolo en al banda en esa posición retrasada, un error en el que ya ha comenzado a caer Simeone, a pesar de que este suele variar las posiciones en donde lo coloca. En España pierden su talento por la ceguera y terquedad de Luis Enrique.