Las berenjenas son unas de las hortalizas más versátiles en la cocina. Con ellas es posible la preparación de los más diversos platillos y a su vez resultan ligeras, saludables y económicas.
Al tener un alto contenido de agua y al poseer una textura que absorbe los sabores y líquidos muy bien, hay algo que muchas veces resulta desagradable al prepararlas especialmente fritas, pues estas tienden a empaparse en grandes cantidades de aceite y terminan quedando muy grasosas. Te voy a presentar algunos trucos para que al prepararlas resulten sin un gramo de grasa.
9Prepara las berenjenas
Corta las berenjenas con la forma que más te apetezca. Puedes elegir bastones, cubos e incluso las más tradicionales rodajas. Cuando las tengas cortadas colócalas en un plato profundo, cúbrelas con abundante cerveza y déjalas reposar por 15 a 20 minutos para que la bebida haga su magia.
Transcurrido ese tiempo, escúrrelas muy bien y espolvoréalas con sal. Pásalas por harina o maicena y escurre el polvo sobrante. Cuando hagas esto con todas las berenjenas será la hora de freírlas.