Las berenjenas son unas de las hortalizas más versátiles en la cocina. Con ellas es posible la preparación de los más diversos platillos y a su vez resultan ligeras, saludables y económicas.
Al tener un alto contenido de agua y al poseer una textura que absorbe los sabores y líquidos muy bien, hay algo que muchas veces resulta desagradable al prepararlas especialmente fritas, pues estas tienden a empaparse en grandes cantidades de aceite y terminan quedando muy grasosas. Te voy a presentar algunos trucos para que al prepararlas resulten sin un gramo de grasa.
5Sumergirlas en leche, una opción muy popular
Uno de los trucos más populares para que no queden grasosas al freírlas es sumergirlas en leche. Para hacerlo, córtalas como de costumbre y llévalas a un bol, vierte una buena cantidad de leche que las cubra por completo y déjalas reposar por unos 15 a 20 minutos.
Al culminar el tiempo del remojo sécalas muy bien, pásalas por harina y rebósalas como de costumbre. Llévalas a freír en abundante aceite a la temperatura indicada para frituras.