Las berenjenas son unas de las hortalizas más versátiles en la cocina. Con ellas es posible la preparación de los más diversos platillos y a su vez resultan ligeras, saludables y económicas.
Al tener un alto contenido de agua y al poseer una textura que absorbe los sabores y líquidos muy bien, hay algo que muchas veces resulta desagradable al prepararlas especialmente fritas, pues estas tienden a empaparse en grandes cantidades de aceite y terminan quedando muy grasosas. Te voy a presentar algunos trucos para que al prepararlas resulten sin un gramo de grasa.
1Las técnicas de las frituras, un arte que hay que saber dominar
Unas berenjenas escurriendo grasa es una experiencia poco agradable; sin embargo, no solo con estos vegetales sucede esto. Cuando se fríen alimentos de la manera incorrecta, suelen quedar terminaciones muy inundadas en grasa o alimentos con textura poco crujiente.
La técnica de la fritura es un arte que debe dominarse y depende básicamente del resultado que se quiera obtener con el alimento determinado. No es lo mismo querer obtener un producto crujiente, a desear un término pochado, por eso es importante tener muy claro el resultado que se busca.