La Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) ha informado de que, hasta principios de septiembre, ya se han administrado más de 528 millones de dosis de vacunas a personas en la UE y el Espacio Económico Europeo (EEE), según su último informe sobre los efectos secundarios de la vacunas, que registra 572.287 casos sospechosos y, de estos, se han notificado 6.448 muertes.
Empezando por ‘Comirnaty’, la vacuna contra la Covid-19 de Pfizer/Biotech, el último informe de la EMA señala que se han administrado casi 392 millones de dosis, se han producido un total de 302.517 casos de sospecha y, de estos, 4.714 tuvieron un desenlace falta para el paciente.
En el caso de ‘Spikevax’, que es la vacuna de Moderna, se han notificado a EudraVigilance un total de 64.885 casos de presuntos efectos secundarios, 447 de estos informaron un desenlace fatal y hasta el 2 de septiembre se habían administrado más de 54,2 millones de dosis de a personas en la UE/EEE.
En el caso de la vacuna de AstraZeneca, ‘Vaxzevria’ se notificaron espontáneamente un total de 184.679 casos de sospecha, 1.149 de estos informaron un desenlace fatal; y, en la misma fecha, se habían administrado más de 68,4 millones de dosis.
Finalmente, en las mismas fechas, para la vacuna de Janssen, se han recogido un total de 20.206 casos de presuntos efectos secundarios; 138 de estos casos murieron. Se habían administrado más de 13,8 millones de dosis de COVID-19.
Ante los desenlaces fatales de algunos pacientes con efectos secundarios, la EMA recuerda que solo una evaluación detallada de todos los datos disponibles permite sacar conclusiones sólidas sobre los beneficios y riesgos de las vacunas COVID-19.
En cuanto a los casos notificados se refieren a presuntos efectos secundarios, es decir, eventos médicos que se han observado después de la vacunación, pero que no están necesariamente relacionados con la vacuna o son causados por ella. «El problema puede haber ocurrido de todos modos, por ejemplo, debido a un problema de salud no relacionado», señala.
Así, recuerda que «las vacunas COVID-19 autorizadas son seguras y efectivas. Fueron evaluados en decenas de miles de participantes en ensayos clínicos y han cumplido con los estándares científicos de seguridad, eficacia y calidad de la EMA», además de que «la seguridad de las vacunas COVID-19 se monitorea y evalúa continuamente».
Y reitera que «la gran mayoría de los efectos secundarios conocidos de las vacunas COVID-19 son leves y de corta duración», y «los problemas de seguridad graves son extremadamente raros».