El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha pedido una nueva moratoria a los países de altos ingresos hasta final de año de la administración de la dosis de refuerzo de la vacuna de la Covid-19, con el fin de asegurar las primeras dosis en países de ingresos bajos y llegar al objetivo del 14 por ciento de población mundial vacunada.
El pasado mes de agosto pedía la primera moratoria hasta septiembre, con el objetivo del 10 por ciento de población vacunada. Sin embargo, no se ha llegado al objetivo pese a que los países de altos ingresos se comprometieron a donar más de mil millones de dosis, pero menos del 15 por ciento de esas dosis se han materializado. Y los fabricantes se comprometieron a dar prioridad a COVAX y a los países de bajos ingresos.
«Basta de promesas, lo que queremos son vacunas», se ha lamentado el director de la OMS, quien ha recordado que «más de 50.000 personas han muerto por Covid-19 cada semana desde octubre del año pasado, y durante el último mes, las muertes se han mantenido en casi 70.000 por semana». A nivel mundial, se han administrado 5.500 millones de dosis de vacunas, pero el 80% se ha administrado en países de ingresos altos y medianos altos.
«Tenemos las soluciones para detener la transmisión y salvar vidas. Pero esas soluciones no se están utilizando bien ni se han compartido bien», ha explicado, al tiempo que ha recordado que los países con baja cobertura de vacunas continúan registrando altas tasas de letalidad.
Los objetivos globales de la OMS siguen siendo apoyar a todos los países para que vacunen al menos al 10% de su población a finales de este mes, al menos al 40% a finales de este año y al 70% de la población mundial a mediados del próximo año. Casi el 90% de los países de ingresos altos han alcanzado el objetivo del 10% y más del 70% han alcanzado el objetivo del 40%.
«Ningún país de bajos ingresos ha alcanzado ninguno de los dos objetivos», se ha lamentado. Los países de bajos ingresos tiene una cobertura de vacunación entre su población del 1,4%, hace un mes bordeaban el 1%, mientras que desde la OMS se esperaba acabar el mes de septiembre con un mayor porcentaje de población vacunada.
No obstante, Tedros si ha señalado la necesidad de una dosis de refuerzo para las poblaciones de mayor riesgo, «donde hay evidencia de una disminución de la inmunidad contra el Covid-19 grave», como las personas inmunodeprimidas que no responde lo suficiente a sus dosis iniciales de vacunas o que ya no producen anticuerpos. «Pero por ahora, no queremos ver un uso generalizado de dosis de refuerzo en personas sanas que están completamente vacunadas», ha afirmado tajante.
«Hay que poner manos a la obra. Ya no necesitamos promesas. Hay que conseguir la meta del 40 por ciento de la población mundial vacunada antes de que concluya el año», ha afirmado Tedros, quien cuenta con los países del G20 para gestionar esta situación. «Las 20 economías principales el mundo tienen la clave para conseguir la equidad de las vacunas y poner fin a la pandemia», ha añadido.
Por otra parte, ha recordado que los fabricantes y los países de altos ingresos tienen desde hace mucho tiempo la capacidad no solo para vacunar a sus propios grupos prioritarios, sino para apoyar simultáneamente la vacunación de esos mismos grupos en todos los países.
El problema para la OMS no es que se trate de una discusión sobre si es adecuado una tercera dosis, la cuestión que han puesto sobre la mesa es que los países de ingresos bajos y medianos no tienen opción de ninguna dosis. «Sus trabajadores de la salud, las personas mayores y otros grupos en riesgo tienen el mismo derecho a ser protegidos. No me quedaré callado cuando las empresas y países que controlan el suministro mundial de vacunas piensen que los pobres del mundo deberían estar satisfechos con las sobras», ha afirmado.